Nueva York, 3 de noviembre de 2021.- El demócrata Eric Adams, elegido el martes alcalde de Nueva York, considerado el segundo cargo político más difícil del país tras la Presidencia, asumirá en enero la alcaldía de la Gran Manzana en un momento en que la ciudad todavía se recupera de la crisis desatada por la covid-19.
Este expolicía afroamericano de 61 años y actual presidente del distrito de Brooklyn deberá gestionar la crisis de seguridad, económica y de vivienda que afronta la ciudad y mantener el equilibrio tanto con las comunidades con las que se ha aliado para llegar al poder, especialmente la latina, como con el Consejo Municipal, también demócrata, pero con muchos concejales situados más a la izquierda que él.
EL AUMENTO DE LA VIOLENCIA ARMADA Y LA POLICÍA
Uno de los grandes retos de Adams será su manera de abordar la creciente violencia armada en la ciudad y la presencia de armas ilegales, así como el discutido papel de la Policía en la era post Black Lives Matter, el movimiento antirracista y anti violencia policial surgido en 2019.
Durante la campaña electoral, Adams presentó su pasado como capitán de la Policía como su credencial para abordar la seguridad ciudadana, una de las cuestiones que desde hace meses preocupa más a los neoyorquinos.
A diferencia de sus compañeros de filas más progresistas, que abogan por retirar fondos a este cuerpo de seguridad y a quienes desbancó en las elecciones primarias, Adams es partidario de reforzar la Policía y rescatar, por ejemplo, el cuerpo de la secreta, que fue desmantelado por sus prácticas abusivas.
«En algún momento fue un crítico muy fuerte de la Policía, pero se presentó este año como una persona que entendía la importancia de la seguridad pública para el futuro de la ciudad y, en muchas comunidades, el apoyo que pudo conseguir, particularmente en comunidades afroamericanas y latinas, dependía mucho de esa mentalidad de que había que aplicar cierta mano dura», asegura a Efe el profesor de la Universidad CUNY, John A. Gutiérrez.
LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA
Las comunidades negra y latinoamericana han sido con diferencia las más castigadas por la pandemia, no solo por la deficiente y desigual atención sanitaria pública que les costó miles de vidas, sino porque fueron las más golpeadas cuando la ciudad cerró casi a cal y canto causando el despido masivo de trabajadores y dejando a muchos de ellos en una precariedad aún mayor.
Adams tendrá que hacer frente a la crisis de vivienda, aplazada gracias la congelación de miles de órdenes de desalojo de inquilinos, que tras haber perdido sus trabajos se han visto incapaces de seguir pagando sus alquileres o hipotecas.
También a la recuperación de los pequeños y medianos comercios que cerraron sus puertas y que se traducen en escaparates cerrados por toda la ciudad, así como al desempleo en una urbe que todavía necesita 400.000 nuevos contratados para recuperar cifras de la prepandemia.
LOS DIFÍCILES EQUILIBRIOS POLÍTICOS Y LA COMUNIDAD LATINA
Adams deberá también conservar la alianza que ha forjado para hacerse con el bastón de mando y mantener una relación cordial con el Consejo Municipal, de la misma cuerda política que el nuevo regidor.
«Creo que hay muchas personas que están en el Consejo que no comparten sus ideas sobre seguridad pública o el rol de la Policía. Van a ser temas que podrían convertir la dinámica entre el alcalde y el Consejo en una dinámica mucho más conflictiva», dice Gutiérrez.
Para el analista de CUNY, que advierte de la dificultad de satisfacer a todas las facciones de la ciudad, es importante que Adams «mande una señal a la comunidad latina, poniendo a latinos en posiciones importantes dentro de su gobierno».
Ambas comunidades comparten el mismo sufrimiento y marginación en la ciudad, pero como Gutiérrez apunta: «La historia de las alianzas entre latinos y afroamericanos en Nueva York es una historia complicada porque a pesar de compartir una ideología política como demócratas, no siempre han logrado acordar una alianza política sincera y honesta».
Otra de las cuestiones es la estratégica relación con el Gobierno estatal, malograda durante años, pero que de momento Adams parece tener asegurada como quedó de manifiesto durante su anuncio de victoria electoral anoche en el que estuvo presente la actual gobernadora, Kathy Hochul.
Jorge Fuentelsaz
EFE