Nueva York, 4 de noviembre de 2021.- La muerte de diez civiles afganos el pasado 29 de agosto por un bombardeo estadounidense es «la vieja historia militar de Estados Unidos, con consecuencias horrorosas para los civiles», y «no basta decir que ´se cometieron errores´», señala hoy Amnistía Internacional en un comunicado.
Amnistía responde así al resultado de la investigación comunicado ayer por el Pentágono, que ayer concluyó que la investigación no ha hallado «ninguna violación de las leyes de guerra», aunque sí que encontró «errores de ejecución» en el ataque.
Los hechos a que se refiere el comunicado sucedieron en los caóticos días de la retirada estadounidense de Afganistán: un vehículo en una zona residencial de la capital afgana próxima al aeropuerto fue atacado por error por las fuerzas de EE.UU., que pensaban que en él viajaba un militante del grupo terrorista Estados Islámico y que portaba explosivos.
Este ataque aéreo se produjo tres días después de que trece soldados estadounidenses murieran y dieciocho resultaran heridos en un atentado del EI contra el aeropuerto de Kabul, donde hubo decenas de víctimas afganas.
La organización humanitaria cree que el Pentágono ha descuidado históricamente la cuestión de cómo la inteligencia militar es analizada y cómo se utiliza en el contexto de las zonas operacionales, y por ello su investigación concluyó que debe asegurarse en el futuro la no presencia de civiles en el momento de ataques preventivos.
«Esto debería aplicarse a Afganistán (así como) a operaciones militares en Siria y Somalia, donde hemos visto repetidas veces víctimas civiles pese a años de advertencias, recomendaciones e investigaciones».
Las investigaciones en curso «no incluyen entrevistas a testigos ni supervivientes, y raras veces visitas a los lugares del bombardeo, por ello la información que Estados Unidos recopila conduce a una comprensión insuficiente y en conclusión al ´business as usual´».
Amnistía apunta además que el mayor uso de drones en el futuro prometido por el presidente Joe Biden para ejecutar otras operaciones militares va a significar una menor presencia de la inteligencia militar, y advierte de que «los civiles no tienen por qué pagar el precio de esas políticas».
EFE