San José, 6 de noviembre de 2021 – El mayor en retiro de Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam, pidió este sábado a la comunidad internacional ejercer «máxima presión» con sanciones políticas y económicas a lo que considera una «dictadura con facetas dinásticas» encabezada por el mandatario Daniel Ortega, quien este domingo aspira a una nueva reelección.
«A partir de este domingo la comunidad internacional se enfrenta con la reedición de una dictadura, que esta vez tiene facetas dinásticas, ante lo que no puede permanecer impasible ni tolerante como ha estado durante todos estos años», dijo Samcam en declaraciones a Efe.
El mayor en retiro y consultor externo de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, fundada por el Nobel de la Paz costarricense Óscar Arias, comentó que la comunidad internacional debe reaccionar con fuerza ante la criminalización de la libertad de prensa y de expresión, la detención de los opositores políticos y la violación de los derechos humanos en su país.
«Debemos profundizar la vía cívica con el apoyo de la comunidad internacional para restablecer los derechos y garantías democráticas, para que la gente pueda salir a la calle, que haya libertad de prensa y se restaure la libertad de expresión. Para eso son fundamentales las sanciones de la comunidad internacional, presionar al máximo por la vía económica y la vía política», argumentó.
Samcam rechazó cualquier posibilidad de que la crisis nicaragüense se resuelva mediante las armas y recordó que ello solo trajo muerte y destrucción de la economía en la guerra de la década de 1980.
«Estuve en la guerra al frente de unidades militares en los 80 y eso no resolvió nada. Destruyó al país, hubo 50.000 muertos, la infraestructura productiva quedó destruida y hubo un colapso de la economía», manifestó.
Para las elecciones del domingo Daniel Ortega, en el poder desde 2007 tras haber gobernado por primera vez entre 1970 y 1990, se presenta para una nueva reelección por 5 años en el contexto de un proceso electoral marcado por la detención de 7 aspirantes de oposición, la anulación de la personería a tres partidos y el arresto de alrededor de una treintena de dirigentes sociales, políticos, periodistas y empresarios.
«Tenemos una política de terrorismo de Estado, el cierre de todos los espacios políticos, pero sobre todo Ortega eliminó la competencia en un proceso electoral que viene siendo viciado desde el año pasado», apuntó Samcam.
El mayor en retiro resaltó el papel que debe jugar la ciudadanía en este contexto y la importancia de las redes sociales, pero lamentó el rol que ha desempeñado el Ejército desde la llegada de Ortega al poder en el 2007.
«El Ejército se convirtió en cómplice y pilar fundamental de este esquema de terrorismo de Estado y es el principal soporte de la dictadura en estos momentos. Creer que el Ejército va a separarse de este esquema represivo es pecar de inocente», expresó.
Samcam dijo que Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, nunca han rechazado la idea de un régimen de partido único y que tienen «una concepción mesiánica del poder».
«Ese mesianismo hace que él se perciba como un dirigente de estatura mundial, quiere ser el que recoge la estafeta de Fidel Castro», mientras que Murillo «se cree la madre de todos los nicaragüenses», aseveró.
Samcam cree que Ortega y Murillo «no van a abandonar el poder voluntariamente» y que ello no solo traerá consecuencias para Nicaragua, sino también para el resto de la región centroamericana porque podría haber una oleada migratoria.
Organizaciones disidentes, defensoras de derechos humanos y de nicaragüenses en el exilio han calificado los comicios de Nicaragua como “fraudulentos”.
Más de 4,4 millones de nicaragüenses están citados para votar en las elecciones de mañana, con el objetivo de elegir al presidente y vicepresidente de Nicaragua, 90 diputados ante la Asamblea Nacional, y 20 representantes ante el Parlamento Centroamericano.
Douglas Marín
EFE