Michalowo (Polonia), 17 de noviembre de 2021.- El suministro de ayuda humanitaria a los migrantes que cruzan a Polonia desde Bielorrusia va en aumento en pueblos como Michalowo (este), donde voluntarios y ONG ofrecen asistencia en cooperación con entidades como Cruz Roja.
Los asaltos a la frontera desde el lado bielorruso disminuyeron este jueves tras los duros enfrentamientos de la jornada anterior, al mismo tiempo que crece la presión social en Polonia para atender mejor a los migrantes que consiguen atravesar el límite entre ambos países.
Purtas Pur, activista de la fundación Gran Orquesta de Ayuda Navideña (WOSP, por sus siglas en polaco), declaró a EFE en Michalowo que “la noche ha sido tranquila y no ha habido ni una sola intervención médica en los bosques para atender a los migrantes”.
Este miércoles se registró el día más frío desde el inicio de la crisis migratoria, con apenas dos grados centígrados durante el día, mientras que la niebla dificultó aún más el paso por los bosques de la frontera.
Las autoridades polacas siguen blindando la franja fronteriza, tanto para los migrantes como para los medios de comunicación. Según el Club de Prensa de Polonia, tres fotógrafos fueron detenidos y sufrieron heridas leves, mientras intentaban documentar la entrada de migrantes.
La población local en lugares como Michalowo, así como la del resto del país, se moviliza sin embargo en solidaridad con los migrantes, como demuestra el envío de ayuda humanitaria a la región.
«Desde el comienzo de esta crisis, para nosotros hace tres meses, o incluso antes, nuestra gente estaba ayudando porque somos así,» explicó a EFE Konrad Sikora, teniente de alcalde de la población.
«Si alguien necesita ayuda, le ayudaremos,» añadió, y destacó que el estado de emergencia y la presencia militar han cambiado por completo la situación, puesto que es algo a lo que el pueblo no está acostumbrado.
«Todos estamos aprendiendo cómo vivir en estas situaciones. Esperamos que toda la comunidad internacional, la Unión Europea y Naciones Unidas piensen en algo para detener esta crisis,» agregó.
UN CENTRO LOGÍSTICO PARA LOS ACTIVISTAS
En la localidad de Michalowo se ha creado un centro logístico, como lo define Purtas Pur, “un punto humanitario, para todos los voluntarios, ONGs, activistas independientes que trabajan en los bosques de la zona de la frontera.»
«Los activistas pueden venir aquí para recoger paquetes listos con comida y medicamentos, todo lo necesario para ayudar a los refugiados,” agregó.
Pur destacó que tanto el equipamiento médico, como la comida y la ropa proceden de donaciones privadas. » Mucha gente de toda Polonia lo envía al centro de bomberos de Michalowo y nosotros lo clasificamos para ver qué es lo que necesitamos en el bosque y eso se lo proporcionamos a los voluntarios,” explicó.
Según el activista, “la población local no tiene miedo de los migrantes. A quién más teme es a las fuerzas de seguridad polacas y a los grupos de nacionalistas que están en la zona».
Para Pur, es un problema desconocer lo que sucede en la zona fronteriza. «Solo sabemos que mucha gente necesita ayuda. Ayuda médica, pero la zona está cerrada y los periodistas o trabajadores humanitarios no pueden ir dentro,» denunció.
CLIMA DE DENUNCIA
Por su parte, el presidente de la Cruz Roja de Polonia Stanisław Kracik explicó en declaraciones a EFE que para las organizaciones humanitarias la mayor preocupación es «la gente que se esconde en los bosques».
Kracik señaló que les faltan alimentos y ropa caliente. «Van hasta los vecinos y se lo piden, pero intentan alejarse lo antes posible para no ser detenidos por los servicios polacos,» subrayó.
Según la activista Joanna Aisha Iwinska, se producen expulsiones «en caliente», incluso desde hospitales y la misma noche en que los que los refugiados llegan a ellos.
Iwinska lamentó ante EFE la existencia de un clima de denuncia promovido desde los medios estatales polacos. «Es la misma situación que durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando gente en Polonia u otros países intentaban esconder a los judíos,» acusó.
«Lo mismo sucede aquí ahora en esta zona. Esta gente que está ayudando tiene miedo de sus vecinos, por la narrativa sobre la situación de las autoridades desde la televisión polaca», denunció.
Pablo González
EFE