La Unidad Nacional de Protección (UNP) es un organismo que fue creado para otorgar la protección a los amenazados en Colombia, en el informe titulado, Defensores de Derechos Humanos: “Valen menos que la bala que los mata” elaborado por Corpades y Análisis Urbano, mostrábamos que: Esta entidad tiene una crisis que va más allá de lo económico. La seguridad está estratificada y no tiene parámetros reales de evaluación para determinar los riesgos. Saben sus asesores, analistas de riesgo, ¿qué tipo de criminalidad se asienta en el Valle del Aburrá? No. Desde Bogotá se cree todavía que la situación de violencia, criminalidad e inseguridad en el Medellín metropolitano se debe a la presencia de bandas de delincuencia común, es tan grave su equivocación y desconocimiento de la realidad, que pareciera que no supieran qué es el Pacto del fusil, quiénes son las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, qué es la Oficina del Valle del Aburrá. Situaciones parecidas ocurren en otros departamentos como Valle, Norte de Santander, Córdoba, Sucre, Atlántico, entre otros.
Hace unos años, por negligencia del gobierno nacional, departamental y municipal, mataron en Medellín a Judith Adriana Vergara, defensora de Derechos Humanos; posteriormente a Víctor Hugo Gallego Arboleda, testigo en el caso que se adelantaba contra Carlos Pesebre; luego a Ana Fabricia Córdoba, otra defensora de Derechos Humanos. Luego fue víctima Jhon Alexander Pulgarín, seguido del reclamante de tierras Iván Darío Restrepo. Recientemente fueron asesinados Luis Fernando Wolf Isaza, Viviana Agudelo Zapata y Juan David Quintana, este último es el caso más reciente en la ciudad innovadora, todos los anteriores tenían un común denominador, eran defensores de Derechos Humanos y en muchos de sus casos aplicó el título de la novela de Gabriel García Márquez, Crónica de una muerte anunciada, (Informe completo).
Hoy la historia se podría repetir, otra crónica de una muerte anunciada, Julio Cesar Rengifo Hortua, está en inminente riesgo, puede ser asesinado en cualquier momento por Los Chivos y Los Pájaros, bandas adscritas a las Autodefensas Gaitaistas de Colombia (AGC) y la Oficina del Valle de Aburrá, al gobierno en cabeza de la UNP, parece no importarle la situación., ¿Será que también lo dejarán matar?