Montevideo, 17 de enero de 2022.- Luego de una importante ola de calor en la que Uruguay registró la temperatura más alta de su historia, la semana en el país sudamericano comenzó con tormentas fuertes e inundaciones.
Este lunes por la mañana, la intensa lluvia hizo que varias calles de Montevideo quedaran anegadas hasta el punto de que los autos que estaban estacionados comenzaron a flotar a la deriva, tal como puede verse en diversos videos compartidos por usuarios de las redes sociales.
El portavoz de Bomberos, Pablo Benítez, indicó a Efe que fueron cerca de 200 las llamadas que recibieron, principalmente de gente que solicitaba ser evacuada.
«En este momento estamos realizando evacuaciones, retirando árboles caídos de fincas o vehículos y alguna columna», puntualizó.
Por otra parte, al ser consultado por la importancia de las lluvias después de que Uruguay sufriera a comienzos de año los incendios forestales más grandes en su historia, Benítez dijo que el agua es «fabulosa» para que estos no sucedan.
«Después que pasen las lluvias hay que ver qué efecto hace, cómo cambia el tiempo y ahí ver cómo va reaccionando la vegetación», finalizó.
A las 12.30 hora local (15.30 GMT), en Montevideo hay 22,8 grados centígrados, mientras que en el norte del país las temperaturas ascienden hasta los 25.
Asimismo, diferentes localidades de nueve departamentos (provincias) del este y el norte del territorio se encuentran bajo alerta amarilla por «persistencia de tormentas y lluvias», después de que el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) levantara la alerta naranja que regía desde la madrugada.
Estos números marcan un importante descenso, ya que en la última semana estas llegaron hasta los 44 grado en el departamento de Florida, en el sur, récord histórico en el país sudamericano.
De hecho, el calor hizo que entre el jueves y el sábado unas 400.000 gallinas murieran en Uruguay, un hecho que también fue considerado histórico y que llevó a que los productores sufrieran pérdidas de aproximadamente 1,5 millones de dólares, solo en pérdidas animales.
Además, el calor provocó incendios que arrasaron más de 22.000 hectáreas y sequías que llevaron a que el país debiera declarar la emergencia agropecuaria.
EFE