Tordesillas (Valladolid), 23 de enero de 2022 – La concentración motera «Motauros», que concluye este domingo en Tordesillas, ha cumplido con creces el lema de su 40ª edición, ya que ha permitido reunir a miles de moteros de toda España y de países como Colombia, Bulgaria, Italia o Portugal, en un ambiente de «normalidad».
Aunque cuesta levantarse por las mañanas, sobre todo después de disfrutar de los conciertos de las últimas jornadas, con grupos como «Cañoneros», «Sultanes» o «Sober», de la ya habitual excursión a Zamora, o del tradicional desfile de antorchas, en el que se recordó a los motoristas fallecidos, las caras de los moteros son de absoluta felicidad.
Toca recoger los enseres y regresar a las respectivas localidades de origen, como en el caso de Vesko, al que le espera un trayecto de 1.800 kilómetros hasta llegar a Bulgaria y, en el de Fabio Sanabria Luque, de algunos miles de kilómetros más para volver a Bogotá (Colombia), pero llevan su mochila cargada de historias y de magníficas experiencias.
Menos tendrán que recorrer los miembros de «Jambos del asfalto», que viven en Tordesillas, sede de «Motauros», o los de «La trazada», de la vecina localidad de Medina del Campo, o del «Moto Club Ruedas Raras», de Zamora, que acuden a esta cita desde hace años, para disfrutar de unos días de diversión y de rugir de motores.
David Zúñiga, del «Rolling Custom Club» volverá a Plasencia (Cáceres) tras participar en esta concentración motera por primera vez ya que no pudo ir a «Pingüinos» y había oído hablar muy bien de «Motauros», donde ha podido ver a amigos y comprobar que lo que le habían dicho, era cierto.
Y lo más importante es que todo ha transcurrido sin incidentes reseñables, con una normalidad en lo que respecta al cumplimiento de la normativa en materia sanitaria, con la obligatoriedad de las mascarillas y también desde el punto de vista cívico, ya que la convivencia entre vecinos y visitantes ha sido buena.
Merece la pena escuchar los motores durante cuatro días, puesto que la visita de los aficionados a las dos ruedas dejan casi tres millones de euros en la localidad y en la provincia vallisoletana lo que, en un momento tan complicado como el que se ha vivido a causa de la pandemia, es un regalo.
Poco a poco, de manera paulatina, los participantes irán dejando el Área de Valdegalindo, pensando ya en la cita del próximo año en la que, ojalá, llegue esa ansiada normalidad de siempre. La organización, ya desde el lunes, comenzará a programar la siguiente edición, para que «Motauros» siga siendo un referente nacional e internacional para los moteros.
EFE