Bangkok, 4 de febrero de 2022.- La junta militar de Birmania ha presentado una nueva denuncia por un delito de corrupción contra la derrocada líder Aung San Suu Kyi, ya condenada a seis años de prisión por otros cargos, informa este viernes la prensa oficialista.
Desde el golpe de Estado en febrero de 2021, el régimen castrense inició una campaña de acoso judicial contra la Nobel de la Paz, de 76 años, por una serie de variopintas acusaciones que intentan minar su reputación.
La última denuncia, presentada este mes por la Policía, acusa a Suu Kyi de apropiarse de 550.000 dólares (480.000 euros) donados entre 2019 y 2020 a una fundación que ella presidia, informa el diario The Global New Light of Myanmar.
Suu Kyi, detenida desde el golpe de Estado, ya afrontaba una decena de acusaciones de corrupción por supuestamente recibir sobornos, abusar de su posición para el alquiler de terrenos, construir una residencia con fondos donados y por la compra y alquiler de helicópteros, todos estos delitos penados con hasta 15 años de cárcel.
La ex consejera de Estado además es juzgada por un tribunal de la capital por supuestamente vulnerar la ley de Secretos Oficiales, penada con un máximo de 14 años de prisión, y es acusada ante la justicia por el delito de fraude electoral durante los comicios de noviembre de 2020.
A principios del pasado diciembre, Suu Kyi fue condenada a cuatro años de cárcel, rebajados a dos al recibir un perdón de la junta militar, por vulnerar las leyes implementadas contra la pandemia e incitación contra la junta militar.
La derrocada líder también fue sentenciada el 10 de enero a cuatro años de cárcel por saltarse durante un acto electoral las medidas contra la propagación de la covid-19 y por la importación ilegal de dispositivos de telecomunicaciones.
Previamente, los abogados de Suu Kyi, a los que la junta militar ha prohibido hablar con los medios de comunicación, señalan que su representada niega todas las acusaciones presentadas en su contra.
El golpe de Estado ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica, y abrió una espiral de violencia con nuevas milicias civiles que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
EFE