Lima, 14 de febrero de 2022.- El ministro del Ambiente de Perú, Modesto Montoya, afirmó este lunes que hasta el momento solo se han recuperado unos 2.000 de los más de 10.000 barriles de petróleo que el pasado 15 de enero se derramaron en las costas de Lima y el Callao desde la refinería La Pampilla, que opera la española Repsol.
«Grosso modo se habrá recuperado 2.000 barriles de petróleo y lo que se ha derramado son cerca de 11.000 y, por supuesto, el resto del petróleo ha ido también a otros lugares del mar o alejados de la playa, que son parte de la contaminación», declaró Montoya en la emisora RPP Noticias.
El ministro agregó que, tal como indica la compañía, la limpieza en las playas afectadas sí tiene un avance de alrededor de un 70 %, pero reiteró que «más allá hay muchísimo petróleo que tendría que haber sido a tiempo colectado antes de que se disperse».
«Las playas ya están siendo limpiadas, en las piedras que han sido impregnadas de petróleo se ha tenido que usar agua a presión para limpiarlas, todavía no están, todavía se está recopilando esto o colectando a depósitos, poco a poco», sostuvo.
Montoya también dijo que el Estado peruano no tiene la tecnología necesaria para hacerse cargo de la limpieza de las islas cercanas a la zona, pero sí participa en la limpieza de las playas, junto con las empresas privadas a cargo de esas labores.
Reiteró que al referirse al avance de la limpieza solo habla de las playas afectadas, pero «todo lo que ha ido al fondo del mar, todo está contaminado» y debe ser sometido a «un proceso que tendría que estudiarse más tarde, con participación de científicos».
Al referirse al anuncio de la compañía de que presentó un reclamo a los propietarios del petrolero italiano Mare Doricum y sus aseguradoras por el derrame del crudo, que supone el inicio del proceso de cobertura de los daños ocasionados, Montoya consideró que la empresa «en lugar de limpiar, busca otros culpables».
«Da la impresión de que hay cierto grado de desconsideración con la naturaleza», afirmó.
El derrame del pasado 15 de enero afectó al mar y las playas de Lima y el Callao, y se produjo al desprenderse supuestamente la plataforma de colectores, en coincidencia con un nivel inusitado del mar a causa del tsunami generado por la erupción volcánica de Tonga.
En ese sentido, el presidente de Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, aseguró este viernes ante una comisión del Congreso peruano que la fuga de crudo fue causada por el «movimiento anómalo» del buque petrolero cuando se descargaba el hidrocarburo de la terminal 2 de La Pampilla, ubicada en el municipio de Ventanilla.
«La posición nuestra es que esta rotura, este derrame, se ha producido por un movimiento anómalo del buque», señaló.
El litoral peruano recibió el vertido de unos 10.396 barriles de crudo, según datos de Repsol, mientras que las autoridades peruanas aseguran que fueron 11.900. Según la empresa, el área afectada alcanzó los 105 kilómetros cuadrados.
Repsol también señaló que se dispone a entrar en la etapa final de limpieza de playas, que espera concluir durante este mes, mientras que en marzo terminará la labor en lugares que requieren trabajos más minuciosos, como acantilados, zonas rocosas y arrecifes.
Fernández-Cuesta reiteró el compromiso de la compañía de «devolver el litoral peruano a su estado natural» y dijo que la empresa mantiene un diálogo continuo con los grupos de pescadores, comerciantes y vecinos afectados para escuchar sus demandas y brindarles el soporte correspondiente.
EFE