Miami, 14 de febrero de 2022 – El presidente de EE.UU., Joe Biden se sumó este lunes a la conmemoración del cuarto aniversario del tiroteo en el que murieron 17 personas en un instituto de Parkland (Florida), con un mensaje de apoyo a la lucha contra la «epidemia de violencia armada» y al objetivo de crear un «país más seguro para todos».
En una declaración sobre el «tiroteo más mortífero en una escuela secundaria en una nación con demasiados de ellos», Biden pidió que «las voces de las víctimas y los sobrevivientes y los dueños de armas responsables sean más fuertes que las voces de los fabricantes de armas y la Asociación Nacional del Rifle (NRA)».
El mensaje presidencial se adelantó a los actos organizados en Florida para recordar a los 14 alumnos y 3 miembros del personal del instituto Marjory Douglas Stoneman de Parkland que murieron el 14 de febrero de 2018 por los disparos hechos con un rifle de asalto por el exalumno Nikolas Cruz, quien se declaró culpable de sus muertes y será juzgado a partir de abril.
A las 15.00 hora local (20.00 GMT), los floridanos están convocados a guardar un minuto de silencio por las víctimas de la matanza y las banderas en los edificios oficiales y las escuelas públicas ondean hoy a media asta en señal de duelo, como lo dispuso el viernes el gobernador estatal, Ron DeSantis.
Además, están previstas vigilias y otros actos conmemorativos en Parkland, una localidad a unos 64 kilómetros al norte de Miami y en otros lugares del sur de Florida.
«Mientras recordamos a los que perdieron la vida en Parkland, también apoyamos a los estadounidenses en todos los rincones de nuestro país que han perdido a sus seres queridos a causa de la violencia armada o cuyas vidas han sido alteradas para siempre por un tiroteo, en tragedias que llegaron a los titulares y en otras que no», expresó el presidente.
Biden pasó revista a los esfuerzos de su Administración por reducir los delitos con armas de fuego y pidió al Congreso que haga más, «comenzando por exigir verificaciones de antecedentes en todas las ventas de armas».
EN LO ALTO DE UNA GRÚA PARA RECLAMAR UNA NUEVA LEGISLACIÓN
En su mensaje, Biden incidió en la necesidad de un nuevo marco legal para la venta de armas en el que, además de la verificación de antecedentes, se prohíba la venta de armas de asalto y los cargadores de alta capacidad y se elimine la inmunidad para los fabricantes de armas.
Ese es también el reclamo de Manuel Oliver, el padre de uno de los estudiantes fallecidos en el ataque, Joaquín Guac Oliver, quien este lunes frente a la Casa Blanca en Washington se subió a lo alto de una grúa, a 45 metros de altura, con una pancarta en la que junto a un foto de su hijo pide a Biden una nueva legislación.
En diciembre, el padre de Joaquín Oliver estuvo en Washington con la meta de hablar con el mandatario para saber si se estaban haciendo cambios en torno a la legislación de armas de fuego.
Este lunes, Día de San Valentín, Fred Guttenberg, otro progenitor de unas de las víctimas fatales del suceso, habló de lo que significa que la violencia armada impacte en «alguien a quien amas».
«¿Y si un tirador nunca hubiera ido a tu escuela ese día? ¿Qué pasaría si un adolescente o cualquier otra persona con riesgos conocidos nunca pudiera adquirir armas o municiones para causar daño a otros?», se preguntó el padre en una serie de mensajes dirigidos a su hija Jaime Taylor Guttenberg.
RÉCORD DE TIROTEOS EN CENTROS EDUCATIVOS
A pesar de todos estos reclamos, el cuarto aniversario de esta matanza, por la que Cruz podría ser sentenciado a la pena capital, se da en momentos en que los hechos con armas de fuego en instalaciones escolares de país alcanzan nuevos récords.
De acuerdo a un informe de Everytown for Gun Safety, entre el 1 de agosto y el 31 de diciembre del año pasado se produjeron 136 hechos con armas de fuego en instalaciones escolares de Estados Unidos, una cifra que es casi cuatro veces la media para ese periodo desde 2013, cuando la organización empezó su contabilidad.
Los 136 tiroteos en centros educativos se saldaron con 26 muertos y 96 heridos, precisa el informe, que agrega que tres de cada cuatro de los que desataron los disparos obtuvieron el arma en sus casas.
EFE
