Ginebra, 7 de marzo de 2022.- La mujer ha sido prácticamente excluida de la fuerza de trabajo en Afganistán desde la toma del poder talibán en agosto de 2021, denunció hoy la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, quien también lamentó las amplias restricciones de movimiento que sufre este colectivo
Aunque en el sector público hay excepciones de mujeres que siguen trabajando en servicios como el sanitario o el educativo, «las directivas y las acciones tomadas por las autoridades de facto han reducido los derechos y libertades fundamentales de las mujeres», señaló Bachelet ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Ante ese organismo, que hoy celebró un debate sobre la situación en Afganistán desde la toma talibán del poder, la alta comisionada también exigió a las autoridades afganas que cumplan sus promesas de retorno de niñas y adolescentes a los centros educativos.
Por otro lado, denunció el cierre de numerosos refugios para mujeres maltratadas en el país, «lo que pone en peligro a muchas de ellas», así como la práctica paralización de las instancias judiciales inicialmente dedicadas a tratar denuncias de violencia de género.
Bachelet también lamentó la proliferación desde principios de este año de las desapariciones y detenciones en régimen de incomunicación de activistas de la sociedad civil y opositores afganos, además de frecuentes ataques y amenazas a periodistas independientes.
La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos que dirige la alta comisionada ha recibido desde el cambio de régimen el 15 de agosto denuncias fundamentadas sobre ejecuciones extrajudiciales de más de un centenar de miembros de las antiguas fuerzas de seguridad y el ejército.
Bachelet añadió que en este tiempo su oficina y la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán han documentado al menos 397 asesinatos en el país, entre ellos los perpetrados por la rama afgana del Estado Islámico contra musulmanes chiíes, especialmente de la minoría étnica hazara.
«Afganistán sufre una devastadora crisis humanitaria y económica», en la que «más de la mitad de la población sufre distintos niveles de hambre», resumió Bachelet, quien también denunció un incremento de los matrimonios infantiles y la explotación laboral de menores de edad.
EFE