San Salvador, 22 de marzo de 2022.- Activistas salvadoreños, en representación de ciudadanos de diferentes zonas rurales del país centroamericano, pidieron este martes que se reforme o se derogue una ley de aguas que fue aprobada en diciembre pasado por el Congreso, pero que es criticada por las organizaciones ambientalistas.
Los activistas junto a unos 50 salvadoreños se concentraron en una de las entradas a la Asamblea Legislativa a propósito del Día Mundial del Agua.
Durante la concentración, los participantes gritaron mensajes como: «nada que celebrar, mucho porque luchar», «el agua no se vende, se cuida y se defiende», «agua para la vida, no para la mercancía».
Además, pidieron a los diputados del Congreso, que hoy realiza su sesión plenaria, que reforme o derogue la Ley General de Recurso Hídrico, cuyo anteproyecto de ley fue promovido por el Gobierno de Nayib Bukele.
A criterio del ambientalista Luis González, de la Unidad Ecológica Salvadoreña, la ley aprobada «no responde a las necesidades de la gente, no responde al derecho humano al agua, al derecho al saneamiento y no retoma la participación de las comunidades».
«La crisis hídrica en el país cada día va para peor, sumándole los impactos del cambio climático y todavía seguimos en una lógica de una ley que viene a fomentar la injusticia hídrica (…) sin duda el llamado es para que se modifique o se derogue esta ley», dijo González.
Por su parte, la activista Verónica Guerra señaló que la «crisis hídrica» que «afecta» a El Salvador «impacta de forma diferenciada a las mujeres», porque son las que exponen sus cuerpos «para ir a traer (recoger) agua para tener ese bien hídrico en las casas y comunidades».
Además, apuntó que es necesario que en la actual normativa se incorpore un articulado para garantizar la protección de las cuencas hidrográficas del país.
«El agua no nace del chorro (grifo) señores diputados, nace de las cuencas y si no las cuidamos, si no cuidamos esos ecosistemas, no vamos a tener agua en las próximas generaciones», agregó.
La problemática de la falta de agua en El Salvador se da más en las comunidades populosas y en lo rural, donde las personas tienen que comprar barriles de agua para subsistir o acarrearla de ríos, muchos de estos con altos niveles de contaminación.
A pesar que el país cuenta con una buena oferta hídrica (11 regiones hidrográficas), la falta de protección de cuencas, la mala distribución y la ausencia de una legislación ha producido que el país padezca estrés hídrico, lo que hace que la demanda sea más alta que el agua disponible.
El 68 % del agua superficial de El Salvador está contaminada y unas 500.000 personas (de más de 6 millones de habitantes) no tienen agua potable.
Durante años, los habitantes de la zona rural del país y organizaciones de la sociedad civil han insistido en una ley que proteja el recurso hídrico y permita su acceso a las comunidades que históricamente han sido afectadas por la falta de agua potable.
EFE