Islamabad, 8 de abril de 2022.- Pakistán se mantiene en vilo ante la posible reacción este viernes del primer ministro paquistaní, Imran Khan, tras la derrota judicial de anoche, cuando el Tribunal Supremo declaró inconstitucional la disolución del Parlamento que evitó que se votara una moción de censura que estaba condenado a perder.
Khan se reunirá este viernes con miembros de su gabinete y de su partido, el Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI), y luego por la tarde dará un discurso a la nación antes de que el sábado se convoque de nuevo el Parlamento para discutir la moción de censura, como ordenó anoche en su fallo la máxima instancia judicial paquistaní.
«Mi mensaje a nuestra nación es que siempre he luchado y seguiré luchando por Pakistán hasta la última bola», dijo anoche Khan en Twitter, haciendo un paralelismo con su época de capitán en el equipo nacional de críquet paquistaní, despertando especulaciones sobre si quizá optará por dimitir antes de la votación del sábado o hará un movimiento inesperado que le permita continuar en el poder.
Varios de sus aliados se dirigieron hoy a la red social Twitter para advertir de que la partida aún no ha terminado: «La oposición cree que ha ganado pero no es así, ha perdido. El capitán hará un anuncio importante por la tarde. Nunca defraudará a su gente», escribió Faisal Javed, uno de sus colaboradores más cercanos.
La ministra de Derechos Humanos, Shireen Mazari, fue todavía más contundente y aseguró que el veredicto del Tribunal Supremo anoche supuso «un golpe de Estado judicial que ordenó cómo e incluso a qué hora se debe celebrar la sesión de la Asamblea Nacional (NA, Cámara Baja), ¡lo que puso fin a la supremacía parlamentaria!», subrayó.
Mazari se refirió también una vez más a la teoría de la conspiración que lleva esgrimiendo desde hace semanas el Gobierno de Khan, que culpa a Estados Unidos y a la oposición de querer «un cambio de régimen», sobre todo tras la visita oficial del mandatario a Moscú el mismo día que comenzó la invasión rusa de Ucrania.
Tanto Washington como los partidos de la oposición, que aseguran contar con la mayoría en el Parlamento después de que desertaran varios aliados del PTI, han rechazado las acusaciones.
Esas formaciones consideran además que el fallo del jueves del Tribunal Supremo «es la victoria de la nación (…) un veredicto histórico», afirmó a Efe el portavoz del opositor Jamiat Ulema-e-Islam (F), Aslam Ghauri.
«El veredicto demuestra que la Constitución es suprema, no las personas. Hoy los partidos de la oposición observan la jornada como un Día de Acción de Gracias», explicó el portavoz.
Los cinco jueces de la máxima instancia judicial coincidieron en declarar ayer «contrario a la Constitución» el fallo el pasado domingo del vicepresidente de la Cámara Baja, Qasim Suri, que evitó que se votara la moción de censura prevista en base a un artículo de la Constitución que exige fidelidad al Estado, algo que según la teoría de la conspiración no cumplían los diputados opositores.
La sentencia deja además sin efectos legales la disolución de la Cámara, aprobada ese mismo día 3 de abril por el presidente de Pakistán, Arif Alvi, a petición del primer ministro, por lo que debían convocarse también elecciones anticipadas antes de 90 días.
En caso de resultar depuesto en la moción de censura, Khan se sumaría a la maldición que parece pesar sobre los primeros ministros de Pakistán desde la independencia del país del Imperio británico, en 1947.
Desde entonces, ninguno de los 22 primeros ministros que ha tenido Pakistán ha logrado completar su mandato de cinco años. El de Khan quedaría interrumpido tras casi cuatro años en el poder.
EFE