Brasilia, 12 de abril de 2022.- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones de octubre próximo, fue recibido este martes por miles de indígenas acampados en Brasilia, a los que instó a participar en la elaboración de su plan de Gobierno.
«Estoy dispuesto a volver a gobernar este país» y, «si eso llega a pasar, ustedes van a tener que participar de la elaboración del programa de Gobierno», declaró Lula ante miles de indígenas que lo aclamaron como «presidente».
Sin nombrarlo una sola vez, Lula hizo un relato de las políticas del actual gobernante, Jair Bolsonaro, que «acabaron con derechos» de quienes calificó como los «verdaderos dueños de Brasil», porque «ya estaban aquí cuando llegaron los colonizadores» portugueses.
En claro plan de candidato, hasta anunció que, en caso de volver al poder que ya ejerció entre 2003 y 2010, estaría dispuesto a crear un nuevo ministerio, volcado exclusivamente a los indígenas.
«Si cuando gobernamos creamos un Ministerio de Igualdad Racial y otro de Derechos Humanos por qué no podemos crear uno para discutir las políticas indígenas», planteó el expresidente.
Lula visitó el «Campamento Tierra Libre», en el que indígenas de todo el país han debatido durante la última semana la «violencia» y los «retrocesos» que denuncian haber sufrido desde que Bolsonaro llegó al poder e impuso una agresiva agenda en la región amazónica, donde habita la mayoría de los pueblos originarios.
Los indígenas protestaron especialmente contra un paquete de proyectos de ley que el Gobierno impulsa en el Parlamento y que, entre otros puntos, pueden llegar a limitar las tierras que ocupan y liberar la actividad minera en esas regiones, protegidas hasta ahora por leyes medioambientales.
«Voy a volver más sabio, con más calma y más experiencia», para «hacer más y mejor» y «revocar» decretos firmados por Bolsonaro que han sido denunciados por los pueblos originarios, garantizó Lula.
Aún cuando fue aclamado, Lula vio algunas mudas críticas expresadas en carteles que decían «Geraldo Alckmin no», en alusión al viejo adversario liberal que promueve como su compañero de fórmula y candidato a vicepresidente, a pesar de las resistencias que genera en amplios sectores de la izquierda.
De cara a las elecciones de octubre, y frente al «fascismo» que le atribuye a Bolsonaro, Lula ha decidido impulsar un gran frente que abarque desde la izquierda más radical hasta a sectores del centro, que tienen en Alckmin a uno de sus referentes.
De hecho, este lunes, fue recibido por un grupo de senadores de esas corrientes conservadoras, que pudieran sumarse a ese frente a pesar de que hasta ahora se debaten entre posibles candidatos más conservadores, pero aún así opuestos a la ultraderecha que encarna Bolsonaro.
Hasta ahora, Lula es el más claro favorito para las elecciones de octubre, con una intención de voto superior al 40 %, frente al 30 % que llega a arañar Bolsonaro en algunos sondeos.
Además, existe un cuarteto de posibles candidatos de la llamada «tercera vía», formada por conservadores que intentan convencer a los electores «nini», aunque entre todos suman poco más del 10 % de los apoyos.
EFE