Nueva York, 14 de abril de 2022 – Wall Street cerró este jueves una semana más corta de lo habitual con retrocesos fruto de la preocupación por la inflación y por las consecuencias que la subida de los precios y la guerra en Ucrania pueden tener en los resultados de las grandes empresas estadounidenses.
La sesión de hoy, la última de la semana por el festivo del Viernes Santo, acabó con una ligera bajada del Dow Jones de Industriales y pérdidas más importantes para el selectivo S&P 500 y el índice compuesto del mercado Nasdaq.
En el cómputo semanal, el Dow Jones de Industriales se dejó un 0,8 %, encadenando tres semanas de descensos, mientras que el S&P 500 perdió un 2,1 % y el Nasdaq un 2,6 %.
Mientras, al otro lado del Atlántico, los grandes mercados europeos han visto tendencias diversas, con descensos en Fráncfort y Londres del 0,84 % y 0,69 %, respectivamente, y subidas en Madrid (1,08 %), París (0,63 %) y Milán (0,17 %).
En Estados Unidos, el debate económico lo sigue marcando la escalada de los precios, después de que la tasa de inflación se situase en marzo en el 8,5 %, el dato más elevado desde 1981, impulsada sobre todo por el encarecimiento de la energía, los alimentos y la vivienda.
Las cifras, publicadas el martes, superaron incluso las expectativas de unos analistas que ya vaticinaban un incremento muy importante en los precios.
Según los últimos datos, los consumidores estadounidenses están gastando cada vez más en productos básicos como gasolina y comida, lo que a priori puede recortar las ventas de otros sectores, a pesar de que muchas familias acumulan importantes ahorros tras la pandemia.
Esta semana, Wall Street comenzó a recibir los resultados empresariales del primer trimestre, que se esperan con ansiedad para ver cómo la inflación y las turbulencias generadas por la guerra en Ucrania están afectando a las grandes compañías.
Por lo pronto, se han conocido principalmente las cuentas del sector bancario y el impacto del conflicto se ha hecho evidente: cinco de los mayores bancos estadounidenses han reportado ganancias más bajas que hace un año, con retrocesos de hasta el 46 %.
Varias de estas entidades -incluido JPMorgan Chase, el mayor banco del país- se han visto forzadas a incrementar sus reservas contra pérdidas crediticias ante la sacudida que la guerra ha provocado en los mercados, aunque algunas de ellas -sobre todo las más centradas en la inversión- se han beneficiado de las turbulencias para hacer dinero en bolsa.
El mercado, además, sigue tratando de adaptarse al giro en la política monetaria adelantado por la Reserva Federal (Fed), que tras dos años de medidas de estímulo para hacer frente a la pandemia prepara ahora varias subidas de los tipos de interés para hacer frente a la inflación.
«Los inversores están tratando de ver si la Fed está en el camino adecuado. ¿Pueden aterrizar perfectamente en lo referente a reducir la inflación sin hacer que caiga la economía?», explicó a The Wall Street Journal David Donabedian, jefe de inversión de CIBC Private Wealth.
En el conjunto de la semana destacaron las ganancias del sector energético, beneficiado por las subidas del precio del petróleo, y de las empresas de materias primas, mientras que ámbitos como el tecnológico o el de las comunicaciones registraron claros retrocesos.
En el plano empresarial, la gran historia de la semana llegó este jueves con la multimillonaria oferta lanzada por Elon Musk, el consejero delegado de Tesla, para hacerse con Twitter.
Musk, que es la persona más rica del mundo según Forbes, ha ofrecido 43.000 millones de dólares para hacerse con la totalidad de la red social y ha amenazado con vender todas las acciones que tiene actualmente si su propuesta no es aceptada.
Tras conocerse la noticia y después de que algunos importantes accionistas de la empresa anunciasen su rechazo a la adquisición y el propio Musk dijese que no está seguro de que pueda salir adelante, las acciones de Twitter cerraron con un retroceso del 1,8 %.
EFE