Estambul, 13 de mayo de 2022.- El Parlamento de Turquía ha aprobado una reforma legal que incrementa las penas de cárcel por delitos violentos contra las mujeres y que, en concreto, las aumenta en un 50 % si el agresor es la pareja o expareja de la víctima.
La reforma ha sido impulsada por el partido del Gobierno, el islamista AKP, y sus socios ultraderechistas del MHP, mientras que la oposición socialdemócrata, izquierdista y nacionalista ha criticado por insuficiente la medida, aunque no ha revelado su postura en la votación, que fue secreta.
La enmienda ha sido presentada como parte de las políticas contra la violencia hacia la mujer, que reconoce como uno de los problemas más extendidos en Turquía, y eleva las penas de cárcel automáticamente cuando la víctima es una mujer.
Así, las lesiones leves suben de cuatro a seis meses de cárcel, el mínimo por tortura se eleva de tres a cinco años, el de malos tratos de dos años a dos años y medio, y el de amenazas a la vida, la integridad física o sexual de seis a un mínimo de nueve.
Cuando el autor de las lesiones es el marido o exmarido, la pena se incrementará en un 50 %.
Además, se modifica la ley que hasta ahora permitía al juez rebajar las penas a un acusado por «su pasado, sus relaciones sociales o su actitud tras el delito o durante el juicio».
También se tipifica como delito por primera vez el acoso, ya sea físico, por medios digitales, comunicación o mediante terceros, y se castiga con hasta tres años de cárcel si se comete contra el cónyuge o los hijos durante el proceso de separación o tras el divorcio, o si hay una orden de alejamiento.
Turquía fue hace un año el primer país en abandonar la Convención de Estambul, un tratado panaeuropeo para prevenir la violencia contra las mujeres, por presiones de grupos islamistas que argumentaban que el texto promovía la homosexualidad y atacaba a la familia tradicional.
Junto a los delitos de violencia contra las mujeres, la reforma legal también aumenta las penas por agresiones cometidas contra profesionales sanitarios en el ejercicio de sus funciones.
EFE