Medellín (Colombia), 25 de mayo de 2022.- El candidato de la colación de derechas Equipo por Colombia, Federico «Fico» Gutiérrez, busca llegar a la Presidencia en su primera aventura electoral nacional, un desafío que se compara con su actividad de atleta de carreras de fondo y que hoy lo tiene luchando por un cajón en el podio.
«Fico», de 47 años, llegó entrenado a la contienda electoral. Su afición por correr cuanta medio maratón (21 kilómetros) se le atraviesa le ha permitido poner a prueba su resistencia y aunque era el llamado para hacer contrapeso al izquierdista Gustavo Petro, favorito en las encuestas, últimamente se le apareció otro rival, el populista Rodolfo Hernández, que le pisa los talones.
Seguidor del fútbol y el ciclismo, sus otras disciplinas, «Fico», como popularmente se le conoce, gestó esa afinidad con el deporte en Medellín, donde nació el 28 de noviembre de 1974 en una familia de clase media con padres oriundos del Eje Cafetero, región del centro del país.
HOMBRE DE CALLE
Sus primeros kilómetros en la política los recorrió como concejal de Medellín, época en la que apoyó la alcaldía de Sergio Fajardo, otro rival suyo en estas presidenciales.
Sin embargo, se desprendió de ese lote y en la carretera halló más coincidencias con el uribismo, pese a gobernar a su ciudad entre 2016 y 2019 como independiente, cuando fundó el movimiento Creemos y gastó suela caminando por las comunas.
Dio el salto al escenario nacional como alcalde de Medellín, su única carta de presentación. El lema de su gestión fue la seguridad, muy al estilo del expresidente Álvaro Uribe. Lo apodaron «Sheriff», se obsesionó con perseguir delincuentes y patrulló en las noches desde el «Ficóptero», como jocosamente se referían los ciudadanos a esa aeronave policial.
Para frenar la deserción escolar se adentró en los barrios y con megáfono en mano convenció a niños y adolescentes de regresar a las aulas. Gozó de amplia favorabilidad en su alcaldía, opacada por una terrible ironía: la captura de su secretario de Seguridad por nexos con la Oficina de Envigado, una temida organización criminal.
Como alcalde, apareció vestido de bombero, cargó silletas en la Feria de las Flores, levantó el trofeo de la Copa Libertadores que ganó en 2016 su amado Atlético Nacional y paseó con el ciclista británico Chris Froome en una visita que el deportista hizo a Medellín.
DERECHA MODERADA
Exponente de una derecha moderna y más moderada que la uribista, «Fico» es un tipo afable y simpático que aún sin ser candidato va por las calles saludando con desparpajo y envolviendo a su interlocutor con un marcado acento paisa, del que no piensa desprenderse, lo mismo que de su estilo desenfadado, de jeans ajustados, cabello alborotado y libre de corbata.
Amante del vallenato y de las canciones de los maestros Rafael Escalona y Alejo Durán, se formó como ingeniero civil en la Universidad de Medellín y cursó una especialización en alta gerencia y ciencias políticas en la Universidad Pontificia Bolivariana.
Durante el confinamiento por la pandemia aprendió a tocar acordeón en clases virtuales y ya es capaz de sacar notas musicales de éxitos del Binomio de Oro o de los Hermanos Zuleta.
Lo que no dosificará serán sus carreras atléticas ni las rodadas en bicicleta porque «¿qué mejor psiquiatra que el deporte?», dice.
En la maratón por la Presidencia se las ha arreglado para sumar kilómetros. En su maleta no faltan tenis, visera y gafas para saltar a las carreteras mientras recorre el país.
Tampoco limita el fútbol, pese a que poco ha visto este año a Nacional, pero le dedicó tiempo a la selección colombiana en Barranquilla, donde estrechó lazos con empresarios y el clan Char, que lo apoya en su campaña.
Con la pancarta de llegada cada vez más cerca, Gutiérrez recibió recientemente el «voto de confianza» del ciclista colombiano Egan Bernal, campeón del Tour de Francia de 2019 y del Giro de Italia de 2021, que se sumó al apoyo de los padres de Luis Díaz, figura del Liverpool y el futbolista nacional del momento.
«Orden y oportunidades» son las bases de un programa de gobierno que habla de seguridad, lucha contra la corrupción y reducción de la pobreza y la desigualdad.
Con sus propuestas sueña con cruzar primero la meta de la mano de la ingeniera y administradora Margarita Gómez, su esposa y la madre de sus dos hijos, Emilio y Pedro, el mejor energizante para superar cualquier «muro o pared», el terror de los atletas en carreras de fondo como la presidencial.
EFE
