Brasilia, 26 de mayo de 2022 – El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, aludió este jueves a algunas posiciones políticas del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, favorito para las elecciones de octubre, y afirmó que «no se puede admitir» que pretenda volver al poder.
«Cada vez más vemos los colores verde y amarillo» de la bandera brasileña, dijo Bolsonaro durante un acto de entrega de viviendas populares en el interior del estado de Minas Gerais, donde también subrayó su «certeza» de que Brasil «se aleja del socialismo y el comunismo».
El líder de la ultraderecha aseguró que el país ahora tiene «un Gobierno que cree en Dios, respeta a la familia brasileña y debe lealtad a su pueblo», y en claro tono electoral arremetió contra Lula, candidato de un amplio frente progresista y favorito para ganar en octubre, de acuerdo con todas las encuestas de opinión.
«No podemos admitir que quien ataca a la familia, defiende el aborto, habla de ideología de género o quiere desarmar a su pueblo quiera ser Presidente de la República», apuntó Bolsonaro.
Aludió así a posiciones de Lula sobre la familia y su idea de que no solo es formada por un hombre y una mujer, a la defensa que ha hecho de la interrupción del embarazo por decisión de la madre y a su intención de revocar todas las medidas de Bolsonaro que han facilitado la compra de armas a los civiles.
«Somos un país eminentemente cristiano y nuestros valores deben ser preservados a cualquier costo», declaró Bolsonaro ante cientos de personas, a las que instó a «no admitir que les quieran quitar el bien mayor, que es la libertad».
En otra abierta referencia a las elecciones de octubre, en las que intentará renovar su mandato, pidió a los ciudadanos que «no olviden que son esclavos de sus decisiones» y que eviten que «Brasil pueda convertirse en otra Venezuela» o «se aproxime al abismo de la izquierda», pues «el precio a pagar será muy alto».
Todas las encuestas indican, a casi cuatro meses de las elecciones, que Lula mantiene una intención de voto que oscila entre el 40 % y el 45 %, cifra en la que está estabilizado desde hace ya más un año, mientras que los apoyos a Bolsonaro no han superado el 32 % en todo ese periodo.
EFE
