Bogotá, 16 de junio de 2022.- La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) presentó este jueves la segunda parte del Plan Nacional de Búsqueda que implementará en los próximos años y en la que se establece la priorización para avanzar en la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el contexto del conflicto colombiano.
Se trata de «un trabajo que fije una ruta para encontrar a las personas desaparecidas y que permita aliviar el sufrimiento de tantas personas en el territorio colombiano», alegó durante la presentación del mismo la directora de la UBPD, Luz Marina Monzón.
El Plan Nacional de Búsqueda y los Planes Regionales son las herramientas a través de las cuales la UBPD desarrolla su mandato humanitario de dirigir y coordinar la búsqueda de las personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado.
Este documento presentado hoy «define las prioridades (estratégicas y territoriales)» a partir de las cuales se traza la ruta general o global de los criterios y aspectos a partir de los cuales «se planificará, organizará, direccionará y agilizará la búsqueda de las personas desaparecidas».
Todo eso, sin significar que hay unos casos más importantes que otro o que algunos sean excluidos, aclara la Unidad de Búsqueda.
Esto con el objetivo de «construir paz buscando a las personas desaparecidas», en palabras de Monzón, quien estuvo acompañada en la presentación por representantes de diferentes organizaciones de víctimas y de Juliette de Rivero, representante en Colombia de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
En la primera parte del Plan Nacional, presentada en 2020, se identificaron las problemáticas históricas de la búsqueda, las necesidades de las personas que buscan y las estrategias de la búsqueda con sus líneas de acción, fue una especie de «mapa de los problemas», indicó Monzón.
Ese primer momento «hoy se completa» con la priorización para establecer criterios claros para «tomar decisiones oportunas y eficientes» que brinden verdad sobre la desaparición de las personas en el marco del conflicto.
«¿A quiénes estamos buscando? ¿En dónde les estamos buscando y seguiremos haciéndolo? ¿En dónde les desaparecieron? ¿Con quiénes les estamos buscando y les buscaremos?», son los interrogantes que este plan intenta responder para lograr una mejor estrategia de búsqueda.
POLÍICA PÚBLICA
De Rivero señaló durante el evento que «la búsqueda debe enmarcarse en una política pública», algo «necesario» para «articular y coordinar todas las partes que hacen parte de la búsqueda. Sin política pública es difícil que se dé esta coordinación».
Monzón coincidió en este aspecto, indicando que «quizás uno de los desafíos más grande a los que se enfrentan las víctimas cuando están buscando es el ‘peloteo’ a las que están sometidas pasando de entidad a entidad» sin recibir respuestas o ayuda en ninguna parte, por lo que la política debe dar esa dirección y coordinación.
Por otro lado, la labor de búsqueda debe tener una serie de principios en los que se fundamente, entre ellos «la participación de las personas buscadoras en la elaboración e implementación de la política, reconocer que no solo es labor del estado sino de la sociedad en conjunto, y tener transparencia para poder conocer cómo es la política y cómo se van a articular las diferentes partes», según De Rivero.
«El plan que se está presentando hoy es fruto del esfuerzo colectivo; es muy lindo ver que las víctimas se sienten reconocidas en este plan y siente que han sido parte y han sido parte de esta respuesta» frente a la búsqueda de personas desaparecidas, aseguró la representante de la ONU, quien también insistió en la importancia de impulsar la «no repetición».
De acuerdo con la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (Uariv), en Colombia son reconocidas 50.048 víctimas directas de desaparición forzada, mientras que entre sus familiares 131.836 son reconocidos como víctimas indirectas sujetas de reparación.
EFE