En su habitual discurso de cada año, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, hablo sobre dos temas en específico: la reducción de la pobreza en el país y la presentación del misil balístico Sarmat, como ha sido bautizado.
En torno al tema de la pobreza, el gobierno de Putin se plantea metas ambiciosas para su reducción en Rusia. Ha hablado de garantizar las condiciones idóneas para que el progreso y el crecimiento sean estables durante, al menos, los próximos diez años. Además esperan que entre seis y diez años la población rusa pobre sea menos de la mitad del total poblacional, informó el medio Agencia EFE.
En cuanto a la presentación de Sarmat, Putin ha reconocido que se trata de un arma muy potente, con un alcance ilimitado y que podrían pasar fácilmente las defensas de Estados Unidos, conocidas como el escudo antimisiles. Con esto, Rusia acelera su carrera armamentista de cara a un posible conflicto internacional.