El Sistema de Información de Agresiones contra defensores y defensoras de derechos humanos en Colombia, Siaddhh, publicó un informe este viernes 2 de marzo que plasma la crítica situación de los defensores de derechos humanos en Colombia, específicamente en el periodo 2017-2018.
Para quienes hacen seguimiento y observación a las agresiones contra defensores y defensoras de DD. HH. en Colombia, el año 2017 fue el más crítico en los 7 años de mandato de Juan Manuel Santos.
El informe fue titulado “Piedra en el Zapato” y quiere significar con ello la dificultad que representa para el Gobierno la actividad que realizan los defensores en el país.
Señala el informe que 2017 fue un año en el que la confrontación armada y su interminable listado de víctimas dejaron de ser la noticia diaria. La firma e inicio de la implementación de los acuerdos de paz trajeron consigo la disminución sustancial de muertes. Sin embargo, advierte el escrito, en medio de esa positiva tendencia, otro fenómeno se hizo cada vez más evidente y presentó un incremento inaceptable: el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos en Colombia.
El Sistema asegura que los defensores ya no caen en medio de un conflicto, sino por la ausencia del Estado. Son objeto de agresiones por el extractivismo desenfrenado, el narcotráfico; la lucha por la tierra; los crímenes de odio; la corrupción; las luchas de otras guerrillas, grupos de ascendencia paramilitar, carteles narcotraficantes mexicanos y crimen organizado por zonas ex-Farc, entre otros.
El año 2017 fue el más crítico en los 8 años de mandato de Juan Manuel Santos, agrega el comunicado. Los defensores se convirtieron en una piedra en el zapato para el gobierno Santos. También son una piedra en el zapato para quienes quieren controlar los territorios en Colombia bajo el método que sea necesario.
Algunas de las cifras que entrega el informe son: Durante 2017 fueron agredidos 560 defensores de DD.HH. dentro de los que se contabilizan 106 asesinatos (incremento del 32.5 %), 370 amenazas, 50 atentados, 23 detenciones arbitrarias, 9 judicializaciones y 2 hurtos de información sensible.
El informe analiza que dentro de los asesinatos fue posible determinar (a partir de información entregada por la propia Fiscalía) que hubo avance en el 30% de los casos.
El informe también presenta una disertación crítica acerca del rol de las nuevas disposiciones legales derivadas del Acuerdo de la Habana en temas de protección a defensores(as) que aún no terminan de aterrizar y siguen en el papel; el incumplimiento del Gobierno colombiano en acciones preventivas; los avances de Fiscalía que aún no están a la altura de la demanda de justicia; el lento despertar de las entidades de control ante la masacre contra defensores y la estigmatización constante contra estos activistas que con las elecciones venideras, puede elevar el nivel de peligro al que se enfrentan en cada rincón del país.
Pero a pesar de tan malas noticias, el informe denota propuestas para salir del atolladero y comenzar a buscar soluciones conjuntas a una problemática que lejos de disminuir, incrementa diariamente.
Y hace un llamado a los candidatos a la presidencia para que dentro de sus propuestas integren la defensa y protección de los defensores de los derechos humanos.
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El programa @SomosDef publicó su informe anual sobre la situación de defensores/as de DDHH en Colombia durante el 2017. Aumentaron en un 32,5% los asesinatos con respecto al 2016. Mira el informe aquí -> https://t.co/sCQeJXnjP8#QueLaPazNoNosCuesteLaVida pic.twitter.com/LCPJwJbsBr
— Coeuropa (@coeuropa) March 2, 2018