Islamabad, 12 de septiembre de 2022.- Las autoridades de Pakistán luchan por salvar Dadu, una ciudad en el sur del país que ha quedado completamente rodeada de agua y donde se refugian miles de afectados por las inundaciones, que han causado más de 1.400 muertos y millones de desplazamientos desde mediados de junio.
«El agua está a apenas 12 metros de la ciudad», indicó a Efe este lunes Shahnawaz Mirani, comisionado adjunto de Dadu, situada en la provincia meridional de Sindh, una de las zonas más afectadas por las peores inundaciones en décadas que sufre el país.
El aumento de los niveles de agua en Sindh llevó la pasada semana a las autoridades a romper el dique del mayor lago del país para precisamente proteger las ciudades de Sehwan y Dadu de las incesantes inundaciones.
A pesar de que esta medida logró detener la crecida del agua en la zona, «todavía hay riesgo en Dadu», donde se está dando refugio a más de 200.000 personas desplazadas por la catástrofe, precisó Mirani.
El agente advirtió que la crecida del agua en la zona podría poner en peligro la estación eléctrica de Dadu, pues si el agua ingresa en las instalaciones, «no solo cortará la energía en seis distritos, sino que también interrumpirá la energía en todo el país, ya que conecta la línea de transmisión principal».
ALDEAS SUMERGIDAS
Los equipos de socorro han estado fortaleciendo en estos días un dique circular construido frente a la estación eléctrica para desviar el agua hacia el poderoso río Indo.
Sin embargo, el miedo crece entre los residentes de Dadu, que han visto en estas últimas semanas cómo las aldeas de su alrededor quedaron sepultadas por agua.
«En algunas partes el agua llega a los 12 pies de altura y en otros a cuatro pies de altura», señaló Mirani, que junto a su equipo se encuentra monitoreando el terreno.
La situación llevó a centenares de residentes de las aldeas vecinas a organizar una sentada en la que culparon a las autoridades de no haber hecho lo suficiente para garantizar su evacuación antes de romper el dique que inundó sus hogares.
«El Gobierno sabía que todas las aldeas que rodean la ciudad de Dadu quedarían bajo el agua, pero no organizaron nuestra evacuación», manifestó uno de los participantes a la sentada, según recogió la televisión local NewsOne.
La provincia de Sindh registró un 466 % más de lluvias que el promedio de 30 años desde que comenzó la temporada de monzón en Pakistán, a mediados de este junio.
Tanto el Gobierno como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que visitó Pakistán el pasado viernes y sábado, achacaron estas lluvias sin precedentes en esta nación de 220 millones de habitantes al cambio climático.
De acuerdo con el balance oficial, más de 1.400 personas, incluidos medio millar de niños, han muerto desde mediados de junio a causa de las inundaciones, 33 millones se han visto afectados, más un millón de casas han sido parcial o totalmente destruidas, y pueblos enteros han sido arrasados.
Se estima que los daños económicos en el país ascienden a los 30.000 millones de dólares.
EFE