Medellín, 23 de septiembre de 2022- A través de recorridos por distintos puntos, la Personería de Medellín pudo evidenciar que mujeres y niños del resguardo Tahami, perteneciente a la etnia Emberá Katio del Alto Andágueda en Bagadó Chocó, se encuentran en condición de mendicidad en la capital antioqueña.
La situación llevó a que esa agencia del Ministerio Público lanzara una alerta por el alto número de indígenas que piden dinero en las calles.
Según los hallazgos, en la comuna 10, Candelaria, están presentes en el sector del Parque Berrío, la Avenida Oriental con Caracas, La Playa con El Palo y El Palo entre La Playa y Maracaibo.
En la comuna 14, El Poblado, se evidencia la situación en la Avenida El Poblado, desde el San Fernando Plaza hasta el Centro Comercial Premium Plaza, en la Transversal Intermedia y en la Avenida Regional a la altura de las estaciones Aguacatala y Poblado del Metro.
En la comuna 15, Guayabal, se percibe en el Parque de Cristo Rey y la Avenida Guayabal con la carrera 80.
Y en la comuna 12, La América, en el parque y en el barrio Simón Bolívar. Y en la comuna 11, Laureles, están en el barrio La Castellana.
Según este rastreo, la mendicidad es ejercida por 582 indígenas y, de estos, 245 son niños, niñas y adolescentes -NNA-. Esta población, que en su mayoría habita los inquilinatos del sector de Niquitao, ha sido víctima del conflicto armado y presenta limitaciones en acceso a recursos económicos que les permita cubrir sus necesidades básicas.
El Grupo de Asuntos Étnicos Migrantes y Refugiados de la Personería logró identificar algunas falencias en las acciones desarrolladas por el ICBF en su trabajo con los NNA indígenas, migrantes y los líderes de estas poblaciones. Por ejemplo, las limitaciones en la comunicación por falta de traductores indígenas propios de la entidad; situación que, para estos grupos poblacionales, dificulta el entendimiento de la información sobre los procesos de restablecimiento de derechos de los menores.
También, hay ausencia de sensibilizaciones, campañas y programas de impacto para mitigar la mendicidad con los NNA indígenas y migrantes en el Distrito de Medellín.
Asimismo, el ICBF posee poca información sobre la ubicación de la unidad familiar de los menores para efectos de realizar la verificación de sus derechos. Esta situación genera la pérdida de comunicación de los padres de familia con los hijos que han sido retirados de sus núcleos familiares. Por otro lado, la entidad no tiene hogares sustitutos indígenas en Medellín; lo que ocasiona la pérdida de la identidad cultural de los NNA de estos grupos poblacionales.
Es por ello que la población indígena solicita la reactivación de la Mesa de Mendicidad en la ciudad.
La Personería instó a las instituciones competentes para que desarrollen los programas que garanticen que la comunidad Emberá cuente con el apoyo estatal necesario y así combatir este flagelo, evitando la revictimización de las comunidades indígenas, que pueden ser vulnerables de mendicidad ajena, bajo el delito de trata de personas en mujeres, niños, niñas y adolescentes.