Bogotá, 23 septiembre de 2022.- El presidente colombiano, Gustavo Petro, considera que el conflicto armado del país es hoy más complejo que antes por la presencia de carteles mexicanos que controlan el negocio del narcotráfico, lo que hace más necesaria que nunca una negociación de paz.
«El conflicto colombiano ha variado en el tiempo (…) Es más complejo y poderoso hoy, incluso ya no tiene actores nacionales, tiene actores fuera de Colombia que lo vuelven todavía más difícil, como todos estos carteles mexicanos que se adueñan de las rutas del narcotráfico a sangre y fuego», manifestó en una entrevista que dio en Nueva York a Noticias Caracol y Blu Radio.
Petro, que esta semana participó en la Asamblea General de la ONU, donde pidió acabar la «irracional» guerra contra las drogas que considera ha sido un fracaso, dijo en la entrevista que hay una nueva geografía del narcotráfico en la que quienes mandan son los carteles mexicanos y los «peones» son los colombianos, que son quienes ponen los muertos o van a la cárcel.
«Hay una nueva realidad», dijo, y añadió que «cada vez que el narcotráfico cambia de dueño hay violencia extrema, barbarie y territorios de la población viven con miedo», que es lo que se ve en Colombia.
El presidente afirmó que «hay un cambio en el mercado de drogas ilegales, hay un cambio de dueño de la cocaína (que) pasa a México, pasa a unos carteles multinacionales» y por eso «el negocio no se va a acabar, mientras sea ilegal, cada vez será peor, incluso».
Tras subrayar que «ni los colombianos son dueños ya de ese negocio», hay que aprovechar esa «brecha de tiempo» para sacar al narcotráfico del conflicto colombiano pues todo puede volver a cambiar.
«Es un azar que ha ocurrido y es que los dueños de la cocaína no son colombianos; producimos pero el dinero se está quedando en otro lugar», dijo, y a renglón seguido planteó aprovechar esa circunstancia «para que los peones del narcotráfico salgan de ahí».
En ese sentido dijo que para derrotar al narcotráfico hay dos opciones, la primera de las cuales es «destruirlos militarmente», lo que en su opinión no se ha podido hacer en Colombia, en parte porque la «fuerza se deja cooptar por el crimen».
La segunda es «golpearlos donde es», que no es precisamente «donde se cultiva hoja de coca, no es el campesino que está por ahí, no es el joven que por falta de oportunidades coge un fusil y se vuelve un bárbaro en ese mismo territorio» sino donde se mueven los que manejan el negocio.
Hay que golpearlos «donde la cocaína se vuelve dinero colombiano», dijo Petro y agregó que «los dueños de ese dinero tienen corbata; a lo mejor viven aquí cerca (en Nueva York), a lo mejor están en Bogotá, a lo mejor viven en Madrid o en Miami, son gente de poder. Los dueños del narcotráfico no se visten de camuflado, tiene poder político y económico», manifestó.
Por eso dijo que al narcotráfico su Gobierno lo va «a golpear donde toca» porque es un problema que «no se combate con fusiles, con (el herbicida) glifosato, con armas, eso se combate con la mejor inteligencia posible y eso es lo que no se ha hecho en Colombia».
Según Petro, de lo que se trata es de combatir al narcotráfico como debe ser para desactivar uno de los motores del conflicto armado colombiano porque, añadió, «nosotros no vamos a continuar a una guerra que se puede detener».
Por eso su Gobierno trabaja con el objetivo de la «paz total» que incluye negociaciones con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) pero también con disidencias de las antiguas FARC y con bandas criminales dedicadas principalmente al narcotráfico.
EFE