Seúl, 1 de noviembre de 2022.- El primer ministro surcoreano, Han Duk-soo, admitió hoy la ausencia de protocolos en el país asiático para evitar la avalancha humana que ha costado la vida a más de 150 personas el fin de semana en Seúl y prometió que el Gobierno impulsará «cambios regulatorios» para crear un sistema que impida que se repita un suceso así.
Han también pidió tiempo para que se investigue todo lo que rodea a un incidente que se produjo cuando en torno a 100.000 personas celebraban Halloween en el barrio de ocio nocturno de Itaewon, en la capital surcoreana.
Otras dos mujeres, dos jóvenes surcoreanas de 21 y 24 años, fallecieron hoy, aumentando el número de muertos a 156 como resultado del cúmulo de gente que se originó en un estrecho callejón del mencionado vecindario.
Aún se teme por la vida de otras 29 personas heridas de gravedad y hay 112 con lesiones de menor consideración, según detalló hoy el Mando de Desastres y Contramedidas de Emergencia que encabeza el propio primer ministro Han.
Tanto el jefe de la Agencia Nacional de Polícia (NPA), Yoon Hee-keun, como el alcalde de Seúl, Oh Se-hoon, pidieron hoy perdón a las víctimas, con este último prometiendo que su consistorio trabajará para garantizar la seguridad en los eventos que congreguen multitudes en la ciudad.
FALTA DE MECANISMOS
En una rueda de prensa celebrada en Seúl, el primer ministro insistió en algo que algunas autoridades ya habían adelantado en días anteriores: en Corea del Sur no existe ninguna «obligación» ni mecanismo por parte de una autoridad municipal para activar un protocolo de seguridad en relación a un evento que no esté organizado por alguna entidad o individuo, a diferencia de una competición deportiva, un concierto o una manifestación.
Corea del Sur, y Seúl especialmente, es un país famoso por acoger protestas todas las semanas y Han subrayó que los protocolos están muy claros en esos casos, especialmente porque existe la posibilidad de choques violentos.
«Normalmente estas reuniones de gente (como Halloween) son pacíficas y este incidente parece, como se ha dicho, un ‘cisne negro'», explicó Han haciendo uso de una metáfora para describir un suceso inesperado o impredecible.
En cuanto a los factores que condujeron a la tragedia, el primer ministro pidió paciencia afirmando que la investigación va a ser exhaustiva, pero que se encuentra aún en una fase temprana.
La policía ha entrevistado ya a decenas de testigos y está analizando vídeos publicados en redes sociales e imágenes de unas 40 cámaras de seguridad en la zona.
Por su parte, el superintendente jefe de la Agencia Nacional de Policía, Woo Jong-soo, explicó en la misma comparecencia que la asociación de comerciantes de Itaweon mantuvo una reunión el pasado 26 de octubre en la que se mencionó la posibilidad de que hubiera una cantidad de gente mayor que otros años debido al fin de restricciones por la pandemia.
LLAMADAS DE EMERGENCIA
La NPA aseguró hoy a su vez que hay constancia de que mucha gente llamó al número de emergencias o se personó en comisarias para advertir de que la concentración de gente estaba alcanzando niveles peligrosos en Itaewon y que se está analizando la respuesta que se implementó en ese momento.
A su vez, se desconoce aún si el ayuntamiento de Yongsan, el distrito al que pertenece Itaewon, o el departamento de policía de esta demarcación criticaron en algún momento la falta de efectivos para manejar a una cantidad de público que visiblemente fue creciendo con los años o la mencionada ausencia de mecanismos para disponer de recursos si hay previsto un evento multitudinario sin organizadores.
«Desde luego es una lección para nosotros», admitió Han, que ofreció una comparecencia de casi dos horas y media y se comprometió a responder preguntas «hasta que no queden» en aras de la trasparencia.
«Necesitamos concebir un sistema o una infraestructura que impida que algo así vuelva a repetirse», añadió con respecto a la necesidad de cambiar la ley nacional de seguridad y gestión de desastres de cara a «hacer de este un país mejor y más seguro».
El primer ministro aseguró también que las víctimas mortales extranjeras, 26 de momento, será tratadas «de igual manera que las coreanas», incluyendo el pago de gastos necesarios para el traslado de los cuerpos.
También afirmó que sucederá lo mismo con los heridos extranjeros que no cuentan con cobertura del seguro nacional de salud y que ellos también contarán con asistencia psicológica gratuita.
EFE