Luego de la captura de un joven perteneciente al estado islámico en Turín, Italia y los operativos de la policía para desmantelar campañas cibernéticas en pro de la yihad, Europa empieza a entrar en un período de paranoia frente a cualquier hecho violento. En este caso en la región de Isere, sur de Francia, en la frontera con Italia se presentó un ataque a un grupo de militares franceses efectuado por un hombre a bordo de un carro que intentó atropellarlos.
El ataque produjo que el alcalde Jean-Luc Corbet ordenara por medio de radio France Info que los niños de todas las escuelas de la zona fueron resguardados en sus aulas y nadie puede entrar o salir hasta nueva orden.
Aunque no se presentaron heridos, el conductor del vehículo fue capturado y se comprobó que dicho auto motor había sido robado el 28 de marzo, informó agencia de noticias ANSA.