Tegucigalpa, 26 dic- El 2022 ha sido un año violento para las mujeres en Honduras, con un registro de 300 feminicidios y un 95 % de impunidad en los casos debido a la poca investigación, alertaron este lunes organizaciones sociales.
«Sin duda 2022 se volvió un problema porque las mujeres siguieron siendo víctimas de la violencia», dijo a EFE la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Migdonia Ayestas.
Señaló que «cada 28 horas» hay un asesinato de una mujer en Honduras, que aún tiene altas tasas de homicidios con un promedio actual de 10 muertes diarias.
Organizaciones sociales y de defensa de las mujeres, contabilizan en Honduras, un país tradicionalmente dominado por los hombres, 293 muertes violentas de mujeres entre enero y el 20 de diciembre.
La violencia de género, según organizaciones feministas, empeoró en la pandemia, cuando muchas mujeres quedaron confinadas con su victimario y otras más perdieron su empleo.
Esto «es alarmante» para Honduras y, sin duda, la violencia post pandemia «ha disminuido» en el mundo, pero el país centroamericano «sigue siendo uno de los más violentos», puntualizó Ayestas.
«En relación a la violencia contra las mujeres se vuelve una preocupación porque Honduras ocupa uno de los primeros lugares a nivel latinoamericano», lamentó la directora del Observatorio de la Violencia.
POCA INVESTIGACIÓN PROPICIA LA IMPUNIDAD
El 95 % de los casos de asesinadas siguen impunes en Honduras, de acuerdo a registros oficiales y de organizaciones feministas.
La poca investigación es una de las principales causas para que la impunidad impere en los asesinatos de mujeres en Honduras, indicó Ayestas.
«Hay poca investigación de estos casos, la mayoría se quedan sin investigación y judicialización», aseguró la experta, quien señaló que en los asesinatos de mujeres ocurridos este año el agresor es un hombre, en su mayoría la pareja.
El Estado debe trabajar en «la prevención de la violencia, esa cultura patriarcal que inicia en la familia, la forma en la que se educan niños y niñas», subrayó.
Honduras tiene «una deuda pendiente» en la prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, un flagelo que deja a muchos niños en «total indefensión, marginación, orfandad y pobreza», añadió.
VIOLENCIA AFECTA MÁS A MUJERES JÓVENES
Ayestas dijo que el crimen organizado es uno de los «principales responsables» de las muertes violentas de mujeres en Honduras, con 9,5 millones de habitantes, de los que un 52 % son féminas, la gran mayoría pobres.
Las mujeres jóvenes y pobres son las principales víctimas de la violencia de género en Honduras, precisó la experta.
«Ser joven y mujer es uno de los principales problemas para ser víctima (de la violencia), y lamentablemente seguimos con esa estructura de que las mujeres son para la casa y no para otras acciones, por lo que se hace muy poco para empoderarlas», acotó la directora del Observatorio de la Violencia.
La coordinadora de la Defensoría de la Mujer del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), María José Gálvez, expresó su preocupación por «el ensañamiento y el tipo de violencia contra la mujer» en el país, un fenómeno que se agrava por «el alto nivel de impunidad».
Agregó que el alto nivel de impunidad afecta «la paz social, frustra las expectativas y oportunidades de justicia y desarrollo en el país y, sobre todo, les niega a las víctimas conocer la verdad».
Gálvez instó a las autoridades a «trabajar unidos» en la eliminación de los estereotipos de género para prevenir la violencia de género.(EFE).