Kabul, 2 de febrero de 2023.- El Gobierno afgano de los talibanes rechazó este jueves la imposición por parte de Estados Unidos de nuevas restricciones de visado a cargos fundamentalistas por la represión que sufren las mujeres en el país asiático, advirtiendo de que supone un nuevo obstáculo en las relaciones entre ambos países.
“Esta medida es un obstáculo para el progreso en las relaciones entre las dos partes”, señaló en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Afganistán.
Este anuncio se produce un día después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, informase de que su país impondría nuevas restricciones de visado a cargos actuales y pasados de los fundamentalistas, a miembros de grupos de seguridad no estatales y a otros individuos responsables de las recientes medidas represivas contra las mujeres.
Unas sanciones que podrían extenderse a los familiares de los afectados, según informó Blinken.
Los talibanes criticaron en su comunicado la adopción de esta medida, que según ellos se suma a una larga lista de «sanciones ilegales continuas» contra el sistema financiero afgano que limitan el acceso de sus ciudadanos a la educación, la salud y a tener una vida próspera.
En lugar de efectuar presiones «que no ayudan a resolver los problemas», los fundamentalistas apelaron a la diplomacia para resolver este tipo de temas controvertidos e instaron al Gobierno estadounidense a comprometerse con los Acuerdos de Doha que establecieron en 2020 el fin de las sanciones sobre el liderazgo de los talibanes.
La firma de estos acuerdos en febrero de 2020 conllevó la retirada progresiva de las tropas estadounidenses de suelo afgano, culminada el 30 de agosto de 2021 en un Afganistán ya bajo el control fundamentalista, a cambio de que los talibanes evitaran que el país volviera a convertirse en un santuario de terroristas, como ocurrió en su anterior régimen.
Desde su llegada al poder los talibanes han reducido drásticamente los derechos de las mujeres en el país asiático, limitando su acceso al trabajo y a la educación secundaria y superior, imponiendo el uso del burka en lugares públicos y obligándolas a ir acompañadas de un familiar masculino en trayectos largos.
A estas restricciones se sumó en diciembre la prohibición de que las organizaciones no gubernamentales tuvieran a mujeres entre sus empleadas, una decisión que acarreó la suspensión de varios programas de ayuda en Afganistán, aquejado de una grave crisis humanitaria.
EFE