Santa Ana (Chile), 10 de febrero de 2023.- La ayuda internacional llegada desde distintos puntos de Latinoamérica, Estados Unidos y España se ha convertido en pieza esencial para combatir los incendios forestales aún en activo de Chile, que en apenas una semana han segado la vida de 16 personas, arrasado más de 366.000 hectáreas, en su mayoría de bosque, y causado más de 5.500 damnificados, convirtiéndose en los más devastadores en décadas.
Los últimos en llegar han sido los bomberos ecuatorianos, que aterrizaron anoche en el país y esta misma mañana comenzaron su actividad, conociendo el terreno que les ha sido asignado por las autoridades locales en la región central de Biobío, epicentro de la tragedia, y diseñando el mejor plan de acción.
Se trata de 55 efectivos altamente especializados, procedentes de los servicios de emergencia de Quito y varias regiones, que han sido recibidos con alivio y alegría por una población cansada tras una semana de llamas intensas y desolación por la pérdida, en muchos casos, del trabajo de toda una vida.
También se espera que este viernes llegue un nuevo avión contra incendios, contratado por una fundación cercana a una de las familias más ricas de Chile, y se sume al Tanker 10 enviado desde Estados Unidos, que estuvo parado los dos últimos días por un problema mecánico.
MEXICANOS Y ESPAÑOLES EN EL EPICENTRO
Quienes ya llevan varios días en combate con el fuego en la misma región de Biobío, donde según las últimas cifras, todavía quedan 95 focos fuera de control, son los miembros del contingente mexicano, el más numeroso de todos, que aterrizaron en la localidad de Concepción entre el lunes y el martes.
«Se crearon dos equipos, uno que fue a la zona suroeste de aquí de la comunidad de Santa Ana, y está atendiendo un siniestro. Y el nuestro, de este lado, (que está) debilitando la zona para que no corra más», explico a EFE el Sargento Primero de Infantería Raúl Flores Nolasco, perteneciente al Ejército Mexicano.
«Si llega a venir para acá de este lado del siniestro, hasta aquí lo cortamos mediante la elaboración de un guardarraya» o cortafuegos, señaló Flores.
«Si se requerirá algo más, pues aquí estamos a la orden, prestando el apoyo, el tiempo que sea necesario», agregó el militar antes de explicar que la apertura del cortafuegos no solo busca frenar el fuego, si no favorecer las labores de evacuación.
En la misma zona, pero en la comuna de Hualqui, trabaja sin descanso el operativo de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército español, la primera en llegar en ayuda de Chile junto a los brigadistas argentinos.
Los militares españoles comenzaron la tarde del jueves a perimetrar y tratar de controlar el sector 2 del incendio forestal que afecta a Omerhuet, en (Hualqui) junto a la Brigada Palma 16 de la Corporación Nacional Forestal de Chile (Conaf), que coordina el combate contra los incendios.
El objetivo, según dijeron los militares españoles a EFE, es contener el avance del fuego hacia la comuna de Hualqui, para evitar la quema de casas y la evacuación de la población, y mantener limpia y operativa la carretera que une esta población con El Águila, en pleno corazón de la zona cero.
MÁS DE 366.00 HECTÁREAS ARRASADAS Y 1.200 CASAS QUEMADAS
Según el último balance de las autoridades, hasta la fecha se han quemado más de 366.000 hectáreas en la regiones de Ñuble, el Maule, Biobío y La Araucanía, las mayor parte de ellas -en torno a 300.000 en los dos primeros días, cuando las condiciones climáticas eran más adversas y Chile contaba con menos medios.
Además, han ardido más de 1.200 casas y cerca de 6.000 personas están damnificadas, muchas de ellas evacuadas y en refugios habilitados por el Gobierno.
La noche ha sido especialmente dura en Dichato, población de la costa próxima a la ciudad de Concepción, cercada por las llamas desde hace cuatro días.
Y era especialmente preocupante esta mañana en la comuna de Ninhue, en la región de El Maule, donde el alcalde Luis Molina, ha pedido a la población que evacue sus viviendas y predios.
Hacia esa zona se dirigía este mañana el Tanker 10, tras reparar un mecánico llegado desde Estados Unidos un problema técnico surgido en sus primeras misiones.
Al tiempo, el Gobierno chileno ha acelerado el programa de asistencia y compensación por las pérdidas y seguido con la persecución de los presuntos responsables.
Hasta la fecha se ha detenido a una treintena de personas, en su mayoría acusados de negligencia. El Ejército, por su parte, puso anoche a una treintena de localidades en toque de queda para evitar robo, saqueos y posibles sabotajes.
Adriana Thomassa
EFE
