Naciones Unidas, 17 de abril del 2023 – El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió este lunes para discutir el último ensayo armamentístico de Corea del Norte, una cita que escenificó una vez más el bloqueo que vive este órgano a la hora de responder a los lanzamientos de misiles por parte de Pionyang.
La postura totalmente opuesta de Estados Unidos y sus aliados, de un lado, y de China y Rusia, del otro, impide desde hace meses la más mínima acción mientras el Ejército norcoreano continúa probando un arsenal cada vez más moderno y sofisticado.
Esa situación se mantuvo durante la reunión de hoy, convocada después de que Corea del Norte lanzara la semana pasada un misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido bautizado como Hwasong-18, un arma que teóricamente puede alcanzar EE.UU. y que es mucho más eficiente y difícil de detectar en comparación con los proyectiles de largo alcance que poseía hasta ahora.
Washington y sus aliados acordaron una declaración conjunta en la que condenaron el ensayo, exigieron a Pionyang que abandone su programa de armas ilegal y pidieron al Consejo de Seguridad que asuma su responsabilidad y actúe ante estas pruebas militares que violan sus propias resoluciones.
China y Rusia, que tienen poder de veto, volvieron a culpar una vez más a Estados Unidos por la tensión en la península coreana, apuntando entre otras cosas a las maniobras militares llevadas a cabo junto a Corea del Sur.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, cargó contra Pekín y Moscú por sus «falsas equivalencias» entre pruebas con misiles que son ilegales y unos ejercicios militares que, insistió, son totalmente legítimos, tienen carácter puramente defensivo y se anuncian con antelación.
Thomas-Greenfield denunció que China y Rusia siguen defendiendo el comportamiento de Corea del Norte y son las culpables de una inacción del Consejo de Seguridad que «mina la credibilidad» del órgano y de todo el régimen de no proliferación nuclear.
EFE