Buenaventura (Colombia), 6 jul – El ministro de Defensa de Colombia, Iván Velásquez, aseguró este jueves en Buenaventura, el principal puerto del país en el Pacífico, que se intensificarán los controles en esa ciudad, sacudida por el recrudecimiento de la violencia entre grupos armados, pero no habrá una militarización.
Velásquez se trasladó hoy a Buenaventura para analizar con la cúpula militar y policial la situación de violencia en esa ciudad de unos 320.000 habitantes, que el año pasado se convirtió en «laboratorio de la paz total» con una tregua de los Shottas y los Espartanos, las dos principales bandas armadas de la zona, rota en las últimas semanas.
El ministro dijo que la seguridad en Buenaventura se reforzará con las Fuerzas Especiales Urbanas que patrullarán el puerto y las comunas de la ciudad.
Según el ministro, «se intensificarán los controles al contrabando, la interdicción de droga y la presencia de investigadores judiciales y de inteligencia de la Policía Nacional».
«No significa que vayamos a militarizar Buenaventura. Lo que se requiere es que haya una presencia (…) y que podamos definir los sitios de control específico para que haya una mayor actividad de vigilancia y se hagan efectivas órdenes de captura encuentran pendientes de ejecutar», dijo el ministro.
Velásquez lamentó además la muerte de una menor como consecuencia de un fuego cruzado entre bandas.
Tras varios meses de aparente calma desde de que los Shottas y los Espartanos firmaron una tregua a finales de 2022, las balaceras entre ambos bandos al caer la noche han retornado a su frecuencia anterior.
«Los pactos entre bandas criminales son pactos entre bandas criminales, no es un pacto con el Estado. La Fuerza Pública no hace pactos con los criminales», precisó el ministro.
Velásquez añadió que es «muy bueno» las bandas armadas busquen caminos de entendeimiento «pero no significa que ni la Policía Nacional, ni las Fuerzas Militares van a dejar de cumplir con su actividad».
En los últimos días circularon en redes sociales videos en los que se ve a una docena de encapuchados, vestidos de negro y con armas de largo alcance, amenazando con poner orden en Buenaventura donde aseguran controlar diversos barrios.
Sobre la aparición de ese grupo, llamado Jalisco, Velásquez aclaró que aún no se puede decir que exista efectivamente, aunque recordó la recompensa de hasta 200 millones de pesos (unos 47.850 dólares ó unos 44.000 euros) fijada para quien conduzca a la identificación y captura de esos sujetos.
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) denunció el lunes «las violencias armadas que siguen aterrorizando y ensangrentando la historia de esperanza de la comunidad bonaverense» y aseguró que trabaja para instalar el espacio de conversación sociojurídico prometido desde hace meses pero que depende de la aprobación en el Congreso de la ley de sometimiento a la justicia.