Seúl, 10 jul – Un grupo de diputados del principal bloque de la oposición en Corea del Sur, el Partido Democrático (PD), partió hoy a Japón para protestar por el plan de Japón de verter agua radiactiva depurada de la central de Fukushima al Pacífico.
El grupo acusó hoy al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de publicar «un informe vacío sin evidencia científica para defender el vertido al océano de aguas contaminadas de la central nuclear japonesa de Fukushima», según un comunicado que leyeron en alto en el aeropuerto de Gimpo, al suroeste de Seúl, desde donde despegaron rumbo a Tokio.
El OIEA publicó la semana pasada un informe que establece que el plan japonés «cumple los estándares de seguridad internacionales» y tendrá un impacto «insignificante» para la salud humana y el medio ambiente.
«Trataremos de evitar con todas nuestras fuerzas que se vierta el agua contaminada de la planta de Fukushima a través de la cooperación internacional», añade el escrito, reproducido por la agencia Yonhap.
La visita a la capital nipona, de tres días de duración, incluye celebrar protestas frente a la a la Dieta (parlamento) y la residencia del primer ministro, Fumio Kishida, además de una visita a la oficina del OIEA en Japón para mostrar su rechazo al informe del organismo.
El grupo, que está formado por nueve diputados del PD y dos escaños de la Asamblea Nacional (Parlamento) independientes, cerrará su visita el miércoles ofreciendo una rueda de prensa.
El plan de vertido, que previsiblemente comenzará este verano, pasa por descargar en el Pacífico a lo largo de varias décadas en torno a 1,32 millones de toneladas de agua contaminada -aquella que se usa para enfriar los reactores dañados y la que se cuela en los mismos a través del subsuelo y debe después almacenarse en miles de tanques- y depurada de la central.
Aunque el Gobierno surcoreano del conservador Yoon Suk-yeol ha dado su visto bueno inicial, el plan de Japón ha generado intranquilidad en la opinión pública, con las encuestas mostrando que más del 80 % de la población rechaza el vertido.EFE.