Vilna, 11 jul – El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha emergido en las últimas horas como un líder pragmático, capaz de arrancar concesiones a Estados Unidos, Suecia y la OTAN a cambio de desbloquear la adhesión del país nórdico a la Alianza Atlántica.
El giro de Erdogan llega después de meses de intensas negociaciones en las que la cara visible ha sido el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, pero en las que Estados Unidos ha jugado un papel central, afirmó este mismo martes el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
«Si bien este acuerdo ha sido el producto de conversaciones directas entre Noruega, Turquía y la OTAN, lo cierto es que Estados Unidos ha jugado un papel muy significativo», manifestó Sullivan en una rueda de prensa en Vilna, donde hoy comienza la cumbre de la OTAN.
Estas son las claves que explican por qué Erdogan ha cambiado de opinión:
LOS CAZAS ESTADOUNIDENSES F-16
Erdogan oficialmente había dicho que su veto a Suecia obedecía a la postura laxa que, a su juicio, el país nórdico tenía con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), una guerrilla que está considerada como un grupo terrorista por Turquía, Suecia, la Unión Europea y Estados Unidos.
Sin embargo, el Gobierno de Biden sabía que tenía en la recámara una forma de hacer que Erdogan cambiara de opinión: la venta de los sofisticados aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense que Turquía necesita para renovar su fuerza aérea y que el Congreso estadounidense ha estado bloqueando.
Según explicó Sullivan, Biden hizo un esfuerzo en los últimos días para enviar a Erdogan un mensaje «claro e inequívoco» de que él apoyaba la venta de los F-16 a Turquía y tenía intención de negociar con el Congreso estadounidense para que la transacción saliera adelante.
Biden y Erdogan hablaron el domingo casi una hora por teléfono y esta misma tarde tienen previsto reunirse en los márgenes de la OTAN.
En todo caso, la Casa Blanca oficialmente sigue sin vincular la venta de los F-16 a la integración de Suecia en la Alianza.
Sin embargo, el lunes por la noche cuando se conoció que Ankara había levantado su veto a Suecia, Biden publicó un comunicado en el que afirmaba que estaba «listo» para trabajar junto a Erdogan en la mejora de «la defensa y la disuasión en la zona Euro-Atlántica».
Biden no precisó a qué se refería, pero un alto funcionario estadounidense dijo a EFE este martes que esa frase quería servir como un «guiño» a Turquía para demostrar el compromiso del mandatario estadounidense con la venta de los F-16.
DOS PIEZAS SUELTAS: EL CONGRESO DE EE.UU. Y GRECIA
No obstante, para poder vender los F-16 a Turquía, Estados Unidos debía resolver antes dos asuntos: la resistencia de los legisladores estadounidenses, algunos del mismo partido de Biden, y la preocupación de Grecia sobre la posibilidad de que Ankara use los F-16 en su contra.
Para resolver estos escollos la Administración de Biden ha entablado conversaciones con los legisladores que se oponían a la venta de los F-16 y entre los que figura el poderoso presidente del comité de Exteriores del Senado, el demócrata Bob Menéndez, al que le preocupa el historial de derechos humanos de Turquía.
No se sabe aún si los legisladores, la mayoría representantes de áreas con gran cantidad de estadounidenses de origen griego o armenio, respaldarán la venta a Turquía de F-16; pero Sullivan aseguró este marte que hay «buena voluntad» y «buena energía» en el Congreso para lograrlo.
Otra pieza clave para lograr el acuerdo era Grecia, que lleva décadas disputándose con Turquía la delimitación de zonas marítimas en el Egeo y el Mediterráneo oriental.
Preguntado por EFE, Sullivan explicó que Biden abordó las preocupaciones que Grecia tiene sobre su seguridad en una llamada telefónica que mantuvo el 2 de julio con el recién reelegido primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, pero no especificó si los F-16 formaron parte de esa conversación.
CONCESIONES DE LA OTAN Y DE SUECIA
Por último, Erdogan ha arrancado varias concesiones en materia de lucha antiterrorista tanto a la OTAN como a Suecia.
Como parte del acuerdo para permitir la adhesión de Suecia, Stoltenberg se comprometió anoche a crear una nueva posición de coordinador especial para la lucha contra el terrorismo dentro de la Alianza.
Ankara llevaba pidiendo la creación de esa posición desde hace años, por lo que la concesión de Stoltenberg supone un triunfo para Erdogan, explicó a EFE la analista Rachel Rizzo de la sede en Europa del centro de pensamiento Atlantic Council.
En opinión de Rizzo, la capacidad de Stoltenberg para lograr que los países acerquen posturas ha sido crucial para que Erdogan levante su veto a Suecia.
Por su parte, Suecia en el último año ha reformado su legislación contra el terrorismo y ha tipificado como delito la sola pertenencia o el apoyo financiero o de otro tipo a una organización terrorista.EFE.
Beatriz Pascual Macías