Moscú/Kiev, 25 de septiembre de 2023.- Ucrania anunció hoy la llegada de los primeros tanques estadounidenses M1 Abrams, justo cuando el Ejército ucraniano apura las últimas semanas antes de la llegada del mal tiempo para avanzar hacia el sur de la región de Zaporiyia, escenario de los combates más cruentos de todo el frente.
«Los Abrams ya están en Ucrania y se preparan para reforzar nuestras brigadas», escribió en Telegram el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que expresó su agradecimiento a EEUU «por cumplir los acuerdos».
Este lunes, The New York Times informó, citando a dos fuentes del Pentágono, de que los tanques habían llegado «varios meses antes de lo previsto inicialmente y justo a tiempo para que Kiev los pueda usar para la contraofensiva».
El presidente de EEUU, Joe Biden, prometió en enero pasado 31 Abrams a Ucrania.
Ayuda militar de Estados Unidos y Canadá
Ucrania espera la llegada de nuevos «paquetes de ayuda», señaló Zelenski, al hacer un balance de su reciente visita a Estados Unidos y Canadá.
«De Estados Unidos, artillería, la munición necesaria, municiones para HIMARS, misiles antiaéreos, sistemas adicionales de defensa antiaérea, vehículos tácticos», señaló, y destacó especialmente el acuerdo para la producción conjunta de armas con la poderosa industria estadounidense de defensa.
De Canadá, explicó, Ucrania obtuvo un compromiso de «asistencia a largo plazo en materia de defensa de 500 millones de dólares», en particular vehículos de evacuación médica.
«Algo así era hasta hace poco una fantasía. Pero será una realidad», agregó.
Intensos combates en Zaporiyia
Mientras tanto, las fuerzas ucranianas mantienen la presión en la sureña región de Zaporiyia, con el fin de cortar el corredor terrestre ruso a la anexionada península de Crimea, particularmente en la localidad de Verbove, según el estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW).
«Los datos de NASA FIRMS/VIIRS recopilados entre el 22 y el 24 de septiembre muestran un grupo inusualmente intenso de anomalías térmicas al norte de Verbove», una información que, pese a no ser determinante, podría apuntar a intensos combates en esta zona, según la institución.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso aseguró haber repelido dos ataques ucranianos en torno a esta localidad y aniquilado efectivos y equipamiento bélico del enemigo en las localidades vecinas de Tokmachka, Novodanilivka y Robotine.
Intercambio de ataques a las retaguardias
Con el fin de debilitar al contrincante en el frente, ambas partes atacaron nuevamente las retaguardias enemigas: Rusia atacó con misiles y drones contra la infraestructura portuaria de Odesa, en el mar Negro, mientras Ucrania hostigó con drones Crimea y el sur ruso.
El Ejército ruso lanzó un total de 19 drones kamikaze y 12 misiles, dos de ellos supersónicos, contra el puerto de Odesa, la mayoría de los cuales fueron interceptados por las defensas antiaéreas ucranianas, que no pudieron evitar que algunos alcanzaran la infraestructura portuaria, donde murieron dos empleados.
En la terminal de pasajeros del puerto de Odesa también sufrió graves daños un hotel emblemático de la ciudad que estaba cerrado, pero en el que habría militares ucranianos hospedados, según Rusia.
El portavoz de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, informó de que las Fuerzas Armadas de Rusia «lanzaron un ataque masivo con armas de alta precisión y largo alcance y drones de asalto contra emplazamientos provisionales de mercenarios extranjeros y centros de preparación de grupos de sabotaje del Ejército ucraniano».
Según el representante castrense, «todos los objetivos fueron destruidos».
Este lunes, la inteligencia militar ucraniana (GUR) aseguró que un dron ucraniano alcanzó un edificio del Ministerio del Interior ruso en la ciudad de Kursk.
El gobernador local, Román Starovoit, se limitó a reconocer que el dron ucraniano, uno de los dos lanzados hoy contra la región, impactó contra «un edificio administrativo», sin dar más detalles.
A estos se sumaron otros seis drones lanzados contra Crimea y Briansk, todos derribados, según Rusia.
EFE