Ginebra, 2 oct – La pasividad de la sociedad y los gobiernos ante la muerte cada año de miles de migrantes en el Mediterráneo tiene que combatirse humanizando a esas víctimas y creando rutas más seguras, destacó hoy la nueva directora general de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), la estadounidense Amy Pope.
«Lo que más nos preocupa es que las muertes en el Mediterráneo se hayan normalizado, y que la gente dé por hecho que es el precio a pagar por la movilidad humana», señaló en una rueda de prensa para presentar sus objetivos como directora general, un día después de asumir oficialmente su mandato.
«Debemos cambiar la narrativa y humanizar a esa gente», agregó la estadounidense, primera mujer en dirigir la organización en 72 años y que ocupa ese puesto tras una dura pugna con su antecesor, el portugués António Vitorino.
Según Pope, al mismo tiempo debe subrayarse más el papel positivo de los migrantes en los países de destino, a los que «viajan porque obtienen trabajos, porque si no hubiera oportunidades económicas allí no irían», y en ese sentido declaró su intención de trabajar más con el sector privado para tratar en ese cambio de mentalidad.
«Países europeos, de Asia, EEUU, Reino Unido… sufren escasez de mano de obra en todos los sectores, tanto los menos especializados como los más calificados. Sectores como el sanitario, la agricultura, la construcción, la hostelería (…) en países con población envejecida y tasas de natalidad extremadamente bajas», recordó.
Según Pope, en ese contexto el objetivo debe ser «incrementar las vías de tránsito seguras para la gente, reconociendo que hay oportunidades de trabajo», y en ese sentido, agregó, la Unión Europea debe ejercer especial liderazgo.
Pope subrayó además que España «es uno de los países que está liderando» en los cambios de actitud hacia los migrantes: «Ven claramente necesidades de mano de obra en el país, y la necesidad de rutas para la migración con el fin de satisfacerlas».
Además, España «está interesada en invertir en las comunidades en riesgo», indicó Pope, quien subrayó a ese respecto que también es clave conocer las razones por las que muchos migrantes se ven obligados a salir de sus países con el fin de buscar soluciones para ellos en esos mismos lugares de origen.
Entre las razones de esa migración, la nueva directora general mencionó la pobreza, la violencia, el conflicto, y de forma creciente el cambio climático, que por ejemplo en el este de África está llevando a millones de personas a emigrar a países del golfo Pérsico.
Pope subrayó al respecto que su primer viaje como directora general, a finales de esta semana, será al continente africano, donde visitará la sede de la Unión Africana en Adis Abeba (Etiopía) y además de por ese país pasará por Kenia, Somalia y Yibuti.
La OIM, con un personal de 20.000 personas en todo el mundo, es la agencia de Naciones Unidas encargada de atender los problemas de los migrantes, cuyo flujo va en aumento en todo el mundo, siendo las rutas más peligrosas la mediterránea (desde el Norte de África y Oriente Medio hacia Europa) y la que desde Centroamérica y México llega hasta Estados Unidos y Canadá.EFE.