Antioquia, Colombia, 28 noviembre de 2023.- Este lunes 27 de noviembre, en horas de la tarde, en el barrio Ospina del municipio de El Carmen de Viboral fueron atacados a balazos dos jóvenes, uno de ellos era jugador de la selección de fútbol de ese municipio del Oriente antioqueño. La víctima mortal fue Jonathan Orozco, conocido cariñosamente como ‘Cocho’.
Es de anotar que también se registró una segunda víctima del ataque sicarial en el barrio Ospina, Daniel Ocampo, quien había resultado herido y alcanzó a ser trasladado a centro médico, posteriormente falleció.
Cabe recordar, hace apenas una semana esta joven promesa del fútbol se consagró campeón del Torneo Intermunicipal de Fútbol en una definición por penales ante Guarne.
Según el medio de comunicación El Colombiano, “El joven futbolista se había consagrado apenas días atrás campeón de la zona Oriente del famoso “Mundialito de los pueblos”, siendo figura para el Carmen de Viboral, anotando incluso uno de los goles decisivos para su municipio. En una entrevista “Cochito”, como lo conocían sus amigos, se había mostrado feliz y había manifestado su deseo de seguir representando por mu cho tiempo a su querido Carmen de Viboral en los torneos departamentales.”
¿Qué sucede en el Oriente antioqueño? Nueve muertes violentas en una semana
En el sector Tres Esquinas de Rionegro, asesinaron a balazos a Mateo Andrés Mejía Rodríguez, de 22 años de edad, sucedió aproximadamente a las 9:45 p.m., de este 21 de noviembre.
en la vereda El Chuscal, municipio de El Retiro, el estudiante Camilo Osorio, fue asesinado en horas de la noche del miércoles 22 de noviembre; su hermano resultó gravemente herido en el ataque sicarial.
El jueves 23 de noviembre, aproximadamente a las 4:10 p. m., se perpetró un homicidio con arma de fuego en el Barrio Buenos Aires, municipio de El Carmen de Viboral; la víctima fue identificada como Sebastián Palacio Ramírez, de 25 años de edad.
En la calle 48 con la carrera 54, sector Carrangal, municipio de Rionegro, este 23 de noviembre, fue ultimado con arma de fuego Yoifaber Castañuelas Jaramillo.
Aproximadamente a las 11:00 p.m., del viernes 24 de noviembre, asesinaron con disparos de arma de fuego al joven de 23 años de edad, Alejandro Bedoya; en el sector Zona Rosa, en el municipio de Marinilla.
José Antonio Grisales Martínez, murió víctima de ataque sicarial este 26 de noviembre, se registró en el sector Vegas de la Calleja, municipio de Rionegro, otra persona resultó herida.
Homicidio dentro de barbería en el sector La Dalia, municipio de Marinilla, ocurrió este 27 de noviembre.
Dos de los nueve homicidios ocurrieron este 27 de noviembre, en el partido de fútbol del barrio Ospina en el Carmen de Viboral.
Informa El Colombiano que, “Precisamente desde El Carmen de Viboral, en medio del encuentro de alcaldes electos del Oriente antioqueño, el nuevo secretario de seguridad de Antioquia, el general en retiro Luis Eduardo Martínez mostró su preocupación por la situación de orden público y señaló que es necesario establecer una estrategia regional y dejar de analizar los homicidios ocurridos en los municipios como casos aislados.
“Vemos con preocupación que el delito que más disparado está es el de los homicidios. Para poder atacar ese flagelo debemos saber cuáles son los móviles, los días más afectados, los horarios, y todos los detalles para saber cómo intervenir (…) El homicidio de una región no se debe manejar aisladamente por municipio, algunos de los casos podrían estar relacionados; estamos trabajando con la comunidad y la fuerza pública, tiene que haber un trabajo grupal”, señaló el oficial en retiro.”
En el mes de noviembre van más de 20 homicidios en la subregión, afirman fuentes oficiales.
El Oriente antioqueño está bajo fuego
Óscar Yesid Zapata, uno de los defensores de derechos más reconocidos en Antioquia, además de ser estudioso de la problemática del conflicto urbano-rural, plantea que, «en los últimos cuatro años, el oriente y sus 23 municipios han sido testigos de un incremento constante en los casos de homicidios. Esta subregión se ha convertido en una de las pocas zonas del departamento y del país que experimenta este preocupante aumento del fenómeno de muertes violentas. De acuerdo con las estadísticas recopiladas en Policía Nacional, en 2018 se registraron 116 homicidios, cifra que aumentó a 121 en 2019, a 144 en 2020, a 181 en 2021 y a aproximadamente 213 en 2022. Si esta tendencia persiste, se estima que el año 2023 cerrará con alrededor de 230 homicidios.
Uno de los aspectos más alarmantes de estos asesinatos es que afectan predominantemente a la población joven, con edades comprendidas entre los 18 y 28 años. Los municipios más afectados por este flagelo son Rionegro, Carmen de Viboral, Santuario y Marinilla, quienes presentan los mayores índices de violencia y en los últimos días se han presentado ataques sicariales.
Este preocupante fenómeno de violencia podría estar relacionado con disputas entre diversos grupos armados que han encontrado refugio en la subregión durante los últimos años. Estos actores delictivos consideran el oriente como un paraíso propicio para llevar a cabo sus actividades criminales.»
Denuncia el defensor de derechos humanos Oscar Yesid, «Este fenómeno preocupante tiene su origen en una compleja situación de posibles omisiones por parte de las instituciones encargadas de garantizar la seguridad, quienes parecen estar omitiendo información crucial sobre la presencia de actores armados ilegales.
Estos grupos han logrado infiltrarse sigilosamente en amplias zonas urbanas y rurales, consolidando un amplio control territorial. Muchos de los responsables de estos actos violentos pertenecen a estructuras delictivas que se han fortalecido en los últimos años en el territorio. Sin embargo, la falta de organismos de inteligencia con una misión clara y específica ha permitido que este fortalecimiento se produzca de manera alarmante.
La omisión institucional es especialmente preocupante, ya que impide que se tomen las medidas necesarias para enfrentar esta creciente amenaza a la seguridad ciudadana. La falta de información y detalles precisos sobre la presencia y actividades de estos actores armados ilegales dificulta la implementación de estrategias efectivas para combatirlos.
Es fundamental que las autoridades competentes asuman su responsabilidad y actúen con determinación para enfrentar esta situación. Se requiere un fortalecimiento real y contundente de los organismos de inteligencia, dotándolos de los recursos necesarios para cumplir con su misión constitucional. Solo así se podrá frenar el avance de estos grupos criminales y garantizar la paz y seguridad en el Oriente del departamento.
La comunidad exige respuestas y acciones concretas por parte de las autoridades. No podemos permitir que la omisión institucional siga poniendo en riesgo la vida de los habitantes de esta zona. Es hora de actuar y enfrentar esta amenaza de manera decidida, priorizando la protección de los ciudadanos y recuperando la tranquilidad que merecen.»
En lo corrido del año se han registrado más de 186 homicidios en la subregión del Oriente antioqueño.
A.U.