¿Sr Coppola?, «no, llamadme Francis», un genio en Cannes al que no le importa el dinero

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Francis Ford Coppola, director y guionista de 'Megalópolis', estrenada durante la 77 edición del Festival de Cannes, firma autógrafos tras la rueda de prensa sobre el film, este viernes en Cannes, Francia. EFE/ Edgar Sapiña Manchado

Cannes (Francia), 17 may – Francis Ford Coppola es uno de los grandes genios del cine y eso se sentía hoy en la rueda de prensa en Cannes en la que presentó ‘Megalópolis’. Un respeto casi reverencial de los periodistas que el maestro cortó con una humildad desarmante al decir: «por favor llamadme Francis, no señor Coppola».

A sus 85 años, Coppola sigue pensando en nuevas historias -«dentro de 20 años estaré aquí»- pero también reflexiona sobre su vida y si algo reconoce es que ha hecho siempre lo que ha querido.

«Nunca me ha importado», respondió a la pregunta sobre si no sentía miedo por haber arriesgado su dinero -nada menos que 120 millones de dólares- para producir ‘Megalópolis’, que se presentó este jueves en la competición de Cannes, 45 años después de haber ganado la Palma de Oro del festival con ‘Apocalypse Now’.

Puso 20 millones de dólares para sacar adelante sus viñedos cuando la crisis financiera de 2008 y ahora el vino le ha permitido producir esta película que tenía en la cabeza desde hace cuatro décadas.

«Sofía y Roman -sus hijos- no necesitan mi fortuna», dijo el realizador, que además agregó que «el dinero no importa, lo que importan son los amigos, que nunca te dejan tirado».

Así que se lanzó sin pensarlo a poner en imágenes esa historia que quería contar, una locura que ha recibido más malas críticas que buenas pero de la que Coppola se mostró hoy claramente satisfecho porque es el resultado de lo que quería hacer.

«Es como sentía que la película tenía que ser», afirmó Coppola sobre su historia futurista en la que Nueva York se ha convertido en Nueva Roma y en la que hay una lucha abierta entre el alcalde Cicero (Giancarlo Esposito) y un empresario visionario llamado Caesar Catilina (Adam Driver), sobre cómo se debe reconstruir la ciudad.

Una película que reconoce que está muy fuera de lo que se hace hoy en día tanto por parte de los estudios como de las plataformas que están dominando el cine.

«Me temo que la industria cinematográfica se ha convertido más en una cuestión de contratación de personas para cumplir con sus obligaciones de deuda porque los estudios están muy, muy endeudados. Y el trabajo no es tanto hacer buenas películas, sino asegurarse de pagar esas deudas», señaló Coppola.

Para el realizador, el futuro no se presenta optimista. «Empresas como Amazon, Apple y Microsoft tienen mucho dinero, por lo que podría ser que los estudios que conocimos durante tanto tiempo, algunos maravillosos, ya no estén aquí en el futuro».

Mientras, él trata de disfrutar del cine tal y como lo ha vivido y aseguró que tras el pase de gala de anoche, en el que el filme fue largamente ovacionado, sintió «alivio y alegría».

Un filme excesivo tanto en su contenido como en su forma y que contiene una crítica clara contra el fascismo porque, como dijo, «cualquiera que haya vivido los horrores de la Segunda Guerra Mundial, no quiere que se repitan de nuevo» y en eso considera que los artistas tienen un papel importante que jugar, arrojando luz sobre los temas importantes.

El director de la saga ‘El padrino’ (‘The Godfather’) intentó en todo momento que los periodistas hicieran preguntas a los miembros del equipo que le acompañaban -Driver, Esposito, Laurence Fishburne o John Voight- pero apenas lo logró.

Ni siquiera cuando afirmó que la película es en realidad el resultado de una colaboración de todo el equipo.

Ese fue uno de los pocos momentos en los que habló Driver para resaltar la generosidad de Coppola. «Una persona que tiene una idea tan clara desde hace tantos años podría no haber dejado colaborar a nadie, pero lo hizo».

Y su hermana, la actriz Thalia Shire, resaltó que «Francis siempre «te hace ir adelante y asumir riesgos» y tiene una enorme voluntad como cuando sufrió de polio con 9 años y no paro hasta volver a caminar.

Todo el equipo se mostraba rendido a un hombre que al llegar a la sala de prensa lo primero que hizo fue recordar que cuando presentó ‘Apocalypse Now’ en Cannes, llegó con su hija Sofía a los hombros.

Y que aunque no piensa ni por asomo en retirarse, sí reflexiona sobre la muerte, que tiene muy presente especialmente desde el fallecimiento de su mujer, Eleanore, hace poco más de un mes, a la que ha dedicado ‘Megalópolis’.

«Cuando muera estaré pensando que hice cada película que quise hacer, que vi a mi hija ganar un Óscar, que hice vino…no tendré tiempo ni de darme cuenta».

Alicia García de Francisco

EFE