Roma, 17 de junio de 2024.– La isla de Sicilia, en el sur de Italia, está inmersa en una sequía «dramática» y bajo riesgo de desertificación, según alertaron este lunes varios observadores, que avisan de sus repercusiones en la agricultura y la ganadería.
El Observatorio ANBI de Recursos Hídricos estimó en un informe por el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía que el 70 % del territorio siciliano está afectado este año por una escasez de agua «dramática» y «presenta un grado de vulnerabilidad ambiental medio-alto».
Esto implica que se tenga que racionar en mayor medida el agua y el sacrificio de animales por no poder asegurar su supervivencia, denuncia el observatorio, mientras ganadores locales aseguran que sus rebaños están bebiendo prácticamente barro debido a la escasez hídrica y piden la intervención del Ejército, según prensa local.
Sicilia registró un nuevo récord de temperatura en Europa en agosto de 2021, al alcanzar los 48,8 grados celsius, según datos confirmados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Según el Observatorio ANBI, hay otras regiones del sur italiano como Molise, Apulia o Basilicata con más de la mitad de territorio con un grado de vulnerabilidad ambiental también medio-alto.
Otras regiones italianas como Las Marcas, Emilia-Romaña, Umbría, Abruzos o la isla de Cerdeña tienen entre un 30 y 50 % de su territorio en estado de debilidad ambiental y bajo riesgo de desertificación.
Según la organización agrícola Coldiretti, con datos del Instituto Nacional de Estadística, la sequía ha acabado con 33.000 puestos de trabajo en los campos del sur italiano, en Sicilia o Apulia, debido a «un calor récord» y la ausencia de lluvias.
Esta situación afecta en un grado inferior, a entre un 10 y 25 % de su territorio, en zonas del norte de Italia como Friuli Venecia Julia, Lombardía, Véneto o Piamonte.
No obstante el pasado año el principal río del país, el Po, que va desde la cordillera de los Alpes al mar Adriático, experimentó una seguía sin precedentes en las últimas siete décadas.
Todo ello «podría tener consecuencias desastrosas para la economía y el medioambiente en grandes zonas del país», declaró Francesco Vincenzi, presidente del Observatorio ANBI, que mostró su señal de alerta ante la situación agrícola y medioambiental en los países del sur del continente europeo.
Massimo Gargano, director general de la entidad, manifestó que en Italia «las sequías extraordinarias se repiten año tras año» y se alternan «en toda la península con fuertes repercusiones sobre los ecosistemas y la producción de alimentos».
«A pesar de la reciente mayor atención por parte de los políticos, seguimos a la espera de intervenciones fundamentales», remarcó.
EFE