Washignton, 11 de julio de 2024.- Diferentes países de la OTAN expresaron este jueves su malestar por los recientes viajes del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, a Moscú y Pekín coincidiendo con el inicio de la presidencia de su país del Consejo de la Unión Europea (UE).
Durante la cumbre aliada que concluye hoy en Washington, se ha visto a Orbán en diferentes ocasiones aislado de las conversaciones informales entre los líderes, o también durante su participación en la cena de gala que ofreció en la noche del miércoles en la Casa Blanca el presidente estadounidense, Joe Biden.
Al ser preguntado por la posibilidad de que Orbán viaje a Florida para reunirse con el candidato republicano a la Presidencia de EE. UU., Donald Trump, el canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que lo que haga debe hacerlo como primer ministro húngaro y no como representante del Consejo de la UE.
«Tiene que quedar claro que lo que haga el señor Orbán lo hace como primer ministro húngaro y no en representación del Consejo de la UE», dijo Scholz al ser preguntado al respecto por un periodista alemán a su llegada a la cumbre de la OTAN.
En días pasados, Scholz se había expresado en términos parecidos con respecto a los viajes de Orbán a Pekín y Moscú.
El presidente finlandés, Alexander Stubb, negó que haya división en la Alianza Atlántica sobre Ucrania y aseguró que Orbán está “en franca minoría”.
“Pero discrepo fundamentalmente de su planteamiento y lo diré en voz alta. No creo que tenga sentido mantener conversaciones con regímenes autoritarios que violan el derecho internacional”, indicó.
Recalcó que la OTAN es una alianza de valores que cree en el derecho internacional, los derechos fundamentales, los derechos humanos, la integridad territorial y la independencia de los Estados.
“También creemos en la prerrogativa de los Estados soberanos de tomar sus propias decisiones políticas en materia de asuntos exteriores y seguridad. Lo que Rusia está haciendo es impulsar una guerra imperial. Y Viktor Orbán no tiene ningún mandato de la Alianza ni de la Unión Europea para llevar a cabo ningún tipo de negociación”, aseveró.
En opinión de Stubb, Orbán puede realizar esa tarea “por su cuenta”, aunque aseguró no entender qué propósito tendría.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, quien también participa en la cumbre aliada como invitado, dejó claro que la presidencia rotatoria del Consejo de la UE “no representa a la UE a nivel exterior”.
Recalcó que las presidencias rotatorias tienen que desempeñar un papel de “intermediario honesto para defender la unidad europea y ayudarnos a construir compromisos”.
El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, afirmó hoy en una entrevista con EFE en Washington que “hay un profundo malestar en la Unión Europea sobre este comportamiento” del mandatario húngaro.
Pocos días después de asumir la presidencia rotatoria del Consejo de la UE el 1 de julio, Orbán, el miembro del club comunitario más cercano al Kremlin, ha visitado Kiev, Moscú, Pekín y Washington en lo que ha descrito como una “misión de paz” para la guerra en Ucrania.
Estas visitas han generado, según Borrell, “una confusión lamentable”, ya que Orbán ha intentado dar a sus viajes un aire oficial utilizando, por ejemplo, el logotipo de su país como presidente del Consejo de la UE en sus viajes a China y Rusia, pese a que el bloque comunitario ha insistido en que no tiene competencia ni autoridad para negociar en su nombre.
Ante esta situación, Borrell expresó su deseo de que los ministros de Exteriores de los Veintisiete aborden esta cuestión en el próximo Consejo, programado para el 22 de julio.
EFE