Daca, 5 de agosto de 2024.- Semanas de protestas estudiantiles que dejaron más de 300 muertos culminaron este lunes con el exilio de la ya ex primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, que se vio obligada a dimitir y huir del país.
El jefe del Ejército de Bangladés, Waker-Uz-Zaman, confirmó en una rueda de prensa la dimisión de la primera ministra y pidió el cese de la violencia en el país asiático.
«Se formará un Gobierno interino y a través de este se llevarán a cabo todas las actividades del país», dijo Zaman en una declaración oficial a la prensa, antes de prometer que se juzgará «a los asesinos» y a los responsables «de las injusticias» cometidas contra los estudiantes en el marco de las protestas.
Hasina, acompañada por su hermana menor, Sheikh Rehana, huyó a la vecina India y por el momento no ha hecho declaraciones a los medios ni publicitado sus planes futuros.
Respecto al futuro Gobierno de Bangladés, el Ejército afirmó haber mantenido una reunión con representantes de los principales partidos del país asiático como la Liga Awami de Hasina, así como el opositor Partido Nacionalista de Bangladés (BNP) y el mayor partido islamista, Jamaat-e-Islami, que fue ilegalizado la semana pasada.
«El secretario general del BNP, Mirza Fakhrul Islam Alamgir, llamó a la población a mantener la calma. Fue una buena reunión», dijo a la prensa un portavoz de la formación opositora, Shairul Kabir Khan.
El avenir de Bangladés es sin embargo incierto, ante la violenta rivalidad de los dos partidos políticos dominantes y el riesgo de que la historia se repita y el país quede en manos de los militares, como ya ocurrió en 1975 y 1982.
La jornada de hoy fue el culmen de semanas de protestas lideradas por estudiantes universitarios, y dejó imágenes de miles de personas que irrumpieron la residencia oficial de la primera ministra en Daca.
Cientos de manifestantes victoriosos irrumpieron en el edificio y se dejaron filmar robando el mobiliario y hasta la comida de las neveras, al día siguiente de que casi un centenar de personas murieran en la jornada más sangrienta de las protestas.
Las protestas estudiantiles en Bangladés arrancaron a principios de julio para exigir el fin de unas cuotas al empleo público que consideraban discriminatorias, en uno de los países más pobres del mundo.
El Tribunal Supremo del país asiático dio la razón a los manifestantes, y obligó al Gobierno a reducir el 30 % de las cuotas que venía reservando a los descendientes de los luchadores por la libertad en la guerra de liberación de 1971.
Pero la dura represión de las manifestaciones y los choques entre estudiantes y seguidores de la Liga Awami, estos últimos con el apoyo de las fuerzas de seguridad, no disuadieron a un movimiento que pasó de exigir el fin de las cuotas a la dimisión de Hasina.
Hasina, hija del ‘padre fundador’ de Bangladés, Sheikh Mujibur Rahman, había iniciado en enero de este año su cuarto mandato consecutivo al frente del Ejecutivo bangladesí tras una victoria aplastante de su partido, en unos comicios boicoteados por la oposición.
La trayectoria de la ex primera ministra estuvo marcada inicialmente por el asesinato de su padre, en 1975, durante un golpe de Estado en el que fue eliminada buena parte de su familia.
Hasina, de 76 años, se convirtió entonces en la heredera del fuerte capital político de su padre, protagonista en la guerra de independencia de Bangladés frente a Pakistán, en la que también participó la exprimera ministra.
Sin embargo, sus críticos le reprocharon en numerosas ocasiones sus tendencias autoritarias, graves abusos de los derechos humanos, asesinatos extrajudiciales y desapariciones forzosas.
EFE