Quito, 9 ago- El legado de Fernando Villavicencio, el candidato presidencial asesinado hace un año en Ecuador, se mantiene y crece con sus hijas Amanda y Tamia, y con la Fundación «Fernando Vive» que crearon para ayudar a construir una sociedad más justa y apoyar a personas vulnerables.
«Fernando Villavicencio fue un hombre de acción, de ejemplo, y ese es su legado», dijo a EFE su hija mayor, Amanda, quien junto a su hermana, ha pasado el último año estudiando hoja a hoja los expedientes de las investigaciones del asesinato de su padre.
Villavicencio fue asesinado el 9 de agosto al salir de un mitin electoral en Quito, a once días de la celebración de la primera vuelta de las elecciones extraordinarias. A las afueras del recinto le esperaba un grupo de sicarios y Villavicencio recibió disparos a corta distancia cuando accedía a su vehículo.
Las imágenes del momento dieron la vuelta al mundo, sumieron a Ecuador en una profunda conmoción e incluso agentes del FBI de EE.UU. se sumaron a las investigaciones, pero un año después, la familia de Villavicencio sigue a la espera de respuestas.
Cinco sentenciados
Amanda dijo que su padre -quien era duramente cuestionado por el expresidente Rafael Correa (2007-2017)- fue «un periodista con una carrera impecable por más de 40 años».
Fue «el único valiente que se enfrentó cara a cara a las mafias narcopolíticas y que luego, rompiendo esa barrera entre el periodismo y la política, incursionó en su carrera como asambleísta, dando cátedra de lo que tiene que hacer un legislador», anotó.
De voz potente, firme y decidida, Amanda habló con EFE sobre el proceso de indagación del asesinato y, sin titubear mencionó nombres, fechas, lugares, circunstancias, involucrados e, incluso, se refirió a casos de corrupción que investigó su padre y que, por otros canales, derivaron en indagaciones abiertas ahora en la justicia.
Sin filtro en sus declaraciones, Amanda critica que hasta ahora no tengan información sobre los autores intelectuales del asesinato, por el que han sido condenadas cinco personas como autores mediatos (que planearon la ejecución del atentado) y cómplices.
Decepcionada del sistema judicial, asevera que no pueden esperar «nada de nadie: Todos de los que esperábamos algo nos han traicionado. Los que decían que eran amigos de mi papi, los que decían que eran nuestros amigos, los que decían que eran nuestros colegas, todos nos abandonaron».
«Nos merecemos la verdad, no solo esta familia. La única forma de lograr que esto no se repita es que se transparente la información, que se abran las instituciones» y se identifique «a los malos elementos», opinó.
Amanda aseguró que no han tenido tiempo de llorar, que ha sido un año de «pararse y continuar» con el amor y el cuidado de su madre.
«El Estado nos abandonó por completo, los amigos nos abandonaron por completo, los coidearios…nada», insistió.
Exponer a las mafias
Amanda recordó una conversación con su padre sobre qué ocurriría si sus detractores le hacían algo: «Sería como darse un tiro en el pie», les respondió a sus hijas.
«Si te hacen algo, quemamos todo», replicó ella antes de que él anotara: «quiero ver cómo queman todo», en metafórica referencia al poder purificador que los ancestros dan al fuego, y aludiendo a «limpiar las instituciones con espíritus renovados, con valentía».
Por eso, Amanda aseveró que ahora vienen a «exponer todas las mafias narcopolíticas que tocó Fernando y de las que nadie quiere hablar», y subrayó que lo harán sin miedo porque «a nosotras nos cuidan mi papá y mi mamá», la también periodista Patricia Sandoval.
«Fernando Vive»
Amanda comentó que el mes pasado crearon la fundación ‘Fernando Vive’ basada en tres pilares: «prevención» a través del arte, educación y valores cívicos; «acompañamiento» porque «lo más duro ha sido sentirnos totalmente huérfanas, no solo del padre, sino de los amigos, del Estado».
Consideró necesario generar estructuras de apoyo psicológico y legal y también comunicacional para víctimas de procesos y para quienes quieren denunciar actos de corrupción y de impunidad.
El tercer pilar de la fundación es la «responsabilidad», y para ello se apoyan en su medio de comunicación «La fuente, periodismo de investigación», porque el periodismo «es la única herramienta independiente que puede poner luz sobre las cloacas de la impunidad y la corrupción», abundó.
Sin sed de venganza, con la alegría como elección propia, pero decidida a encontrar la verdad y emular a su padre, Amanda asevera que Fernando Villavicencio está ahora «más vivo que nunca».
EFE