Washington, 13 agosto de 2024.- Los líderes de cinco tribus indígenas de California se encuentran esta semana en Washington para urgir al mandatario, Joe Biden, que convierta en monumento nacional Chuckwalla, una zona desértica que ellos comparten con cientos de especies de animales y plantas y que con esa designación aumentaría su protección.
No es la primera vez que elevan esa petición al Ejecutivo estadounidense, pero las elecciones del 5 de noviembre han incrementado su necesidad de dejar este asunto cerrado antes de esa fecha, en la que el expresidente y candidato republicano Donald Trump (2017-2021) podría resultar vencedor.
«Queremos asegurarnos de que Biden firma la norma y añade esto a su legado», dijo a EFE este martes Altrena Santillanes, representante de los indios Cahuilla.
Chuckwalla es hogar de las tribus indígenas de los Iviatim, Nüwü, Pipa Aha Macav, Kwatsáan y Maara’yam, también conocidos como los Cahuilla, Chemehuevi, Mohave, Quechan y Serrano. Conseguir que fuera designada como monumento nacional, según su reclamo, ayudaría a proteger ese terreno de 627.000 acres.
«Nuestra historia desde tiempos memoriales está en esa zona», añadió Santillanes. «Como líderes tribales siempre miramos hacia adelante. Ayudaría a preservar nuestros lazos ancestrales. ¿Cómo van a conocer su historia las nuevas generaciones si no pueden volver a esta tierra y ver lo que dejaron nuestros antepasados?».
Los monumentos nacionales se establecen por legislación del Congreso o por orden ejecutiva del presidente recurriendo a la Ley de Antigüedades de 1906, que protege los restos históricos o prehistóricos o cualquier antigüedad en tierras federales y entre otros puntos establece sanciones penales por su destrucción o la apropiación no autorizada.
La principal diferencia con un parque nacional es que este último, según la Asociación para la Conservación de los Parques Nacionales, cubre tradicionalmente zonas más vastas y ricas en recursos naturales.
El grupo que quiere elevar Chuckwalla a la categoría de monumento nacional se está reuniendo esta semana en Washington con representantes del Congreso y planea hacerlo también con miembros de la Casa Blanca.
«Se trata de un asunto urgente. Ha habido daños a bienes culturales o recursos tribales que preocupan a la gente tribal, y esto incluye la degradación de la biodiversidad», recalca Cassaundra Pino, gestora en la organización Conservación Nacional de la Tierra Nativoamericana.
Esas tribus también están lidiando «con la amenaza de la crisis climática». Proteger los ecosistemas desérticos como el de Chuckwalla, añade a EFE la experta, «es una parte inmensa a la hora de abordar este tema».
El monumento nacional que reclaman está ubicado al sur del Parque Nacional Joshua Tree y abarca desde la región del valle de Coachella, en el oeste, a cerca del río de Colorado, en el este. Toma el nombre de un reptil desértico de esa zona y según sus defensores esas tierras son un santuario para una amplia variedad de vida salvaje.
Su reclamo se ha visto apoyado por un grupo de 24 legisladores, como Alex Padilla o Raul Ruiz.
Biden, que no se presentará a la reelección en noviembre, ha nombrado desde su llegada al poder en 2021 cinco nuevos monumentos nacionales y ha expandido dos, protegiendo así, según sus cifras, cerca de 1,6 millones de acres de tierras públicas.
EFE