Cracovia (Polonia), 15 de agosto de 2024.- Polonia exhibió este jueves su músculo militar con un desfile en el centro de Varsovia en el que participaron 2.500 soldados, 100 de ellos de países aliados, 80 aviones y 220 vehículos blindados, en una muestra del rearme que ha convertido al Ejército polaco en el tercero con más soldados en la OTAN, después de Estados Unidos y Turquía.
Con motivo de dicha jornada, el ministro de Defensa, Władysław Kosiniak-Kamysz, resaltó en un discurso el contexto en que se enmarca este Día de las Fuerzas Armadas de Polonia con alusiones a la batalla de Varsovia de 1920, cuando «el Ejército polaco hizo triunfar el bien sobre el mal deteniendo al bárbaro Ejército Rojo soviético y a su ideología de destrucción, muerte y brutalidad».
Más allá de ser un mero despliegue de unidades y armas, el desfile de este jueves en Varsovia se convirtió en un escaparate del «renacido» Ejército polaco, en palabras del propio Kosiniak-Kamysz, tanto en términos materiales como simbólicos.
Por un lado, la participación de lanzamisiles Patriot y HIMARS, los nuevos aviones FA-50 o algunos de los recién llegados tanques Abrams sirvió para mostrar las nuevas adquisiciones, y por otro, los soldados británicos, estadounidenses, rumanos y del Eurocuerpo que desfilaron por la principal avenida de Varsovia subrayaron la cohesión que existe entre Polonia y sus aliados de la OTAN.
El estallido de la guerra de Ucrania colocó a Polonia en un escenario que el primer ministro Donald Tusk no dudó en calificar de prebélico, y trajo hasta la frontera con Bielorrusia una «guerra híbrida» a la que hoy el ministro de Defensa se refirió como a «uno de los frentes de guerra» que desafían al país.
Además, la oleada de sabotajes llevados a cabos supuestamente por agentes rusos, unida a la detención de decenas de sospechosos de espiar para Moscú, han puesto de manifiesto que Polonia debe enfrentarse a amenazas derivadas de la guerra también dentro de sus propias fronteras.
El mayor gasto en Defensa de la OTAN
En 2024, Polonia gastará el 4,12 % de su producto interior bruto en Defensa, una proporción que no sólo es la más alta de todos los miembros de la OTAN, sino que crecerá hasta el 5 % el año próximo y superará con mucho la recomendación del 2 % de la Alianza Atlántica.
Con varios programas dirigidos a potenciar el crecimiento de sus Fuerzas Armadas, Polonia ha logrado doblar su número de soldados y actualmente cuenta con 216.100, con lo que el polaco es el mayor Ejército de la OTAN en Europa y el tercero de toda la Alianza.
La Ley de Defensa de la Patria de 2022 contempla además llegar a los 300.000 militares profesionales, entre soldados y miembros de la Fuerza de Defensa Territorial -un cuerpo paramilitar de voluntarios y reservistas de unos 50.000 efectivos-.
Militarización de la sociedad
Por otra parte, y a pesar de que el servicio militar obligatorio quedó abolido en 2008, cada año se convoca a más jóvenes polacos -14.000 en 2023- a un examen forzoso para evaluar sus capacidades en caso de movilización y asignarles una unidad en caso de que estalle la guerra.
Además, todos los estudiantes de secundaria deberán recibir a partir del curso que viene entrenamiento en tiro, primeros auxilios, orientación y comportamiento en casos de emergencia, y a cada ciudadano polaco se le ha asignado un lugar donde refugiarse en caso de conflicto, aparte de publicarse instrucciones oficiales si se produjese «una ocupación extranjera».
Miles de empleados de empresas públicas, como la firma de servicios postales Poczta Polska o la compañía del gas, reciben incentivos para alistarse en cursillos de formación militar y uso de armas de fuego.
A la preparación integral de la sociedad para un eventual conflicto armado, el Gobierno polaco añade la compra de material de última generación a países como Corea del Sur, Estados Unidos, Suecia o el Reino Unido.
El 51 % del gasto total de Defensa (la mayor proporción dentro de la OTAN) va a parar a contratos como el más reciente, por valor de casi 10.000 millones de euros, que equipará a Polonia con 96 helicópteros AH-64 Apache.
Miguel Ángel Gayo Macías
EFE