Bogotá, 15 agosto de 2024.- El Gobierno colombiano hizo un llamado este jueves al Ejército de Liberación Nacional (ELN) para que asuma «la responsabilidad» sobre el futuro de los diálogos de paz, congelados desde mayo pasado, y le pidió a la guerrilla buscar soluciones a los problemas que aquejan la mesa de negociaciones.
El senador Iván Cepeda, que hace parte del equipo negociador, expresó que «el ELN tiene que decirle al país ahora qué hacer», pues el Gobierno ha sido «claro» y sus «posiciones han sido absolutamente transparentes».
«Se habla de incumplimientos, pero el peor de los incumplimientos, hay que decirlo aquí, es haber congelado la mesa. Ese es un incumplimiento flagrante de nuestro compromiso y más ad portas de renovar el cese al fuego. No hay argumento que consideremos válido para esa actitud de suspensión, dilación de las conversaciones», añadió el senador en una conferencia de prensa en Bogotá.
Propuesta confidencial
El presidente colombiano, Gustavo Petro, reveló este jueves que la «propuesta confidencial» que su Gobierno le presentó el fin de semana al ELN para descongelar los diálogos de paz está relacionada con una «reforma económica» y acusó a la guerrilla de no estar interesada en el tema.
Petro respondió así a un comunicado de la guerrilla, que aseguró que el proceso de paz «en este momento no requiere de ‘propuestas confidenciales’ sino de franqueza y claridad al país» y pidió al Gobierno manifestar si va a cumplir o no lo pactado.
Al respecto, Cepeda explicó que el Gobierno y la guerrilla no van a ir a «un recinto cerrado» a ver cómo pactan la modificación «del modelo económico».
«Lo que ha propuesto el presidente, y lo que está en los acuerdos, es un diálogo con el movimiento social, sectores del empresariado que son significativos, para discutir el tema», añadió.
Reclamos de la guerrilla
En mayo pasado ese grupo guerrillero puso cuatro condiciones para seguir en la mesa: retirada del ELN de la lista de grupos armados organizados (GAO), materialización de un fondo para financiarse a cambio de cesar el secuestro extorsivo, suspensión de los acercamientos del Gobierno al frente Comuneros del Sur y el fin de las operaciones ofensivas de las fuerzas de seguridad del Estado.
Otro reflejo de la crisis de las negociaciones es que el cese del fuego bilateral con el ELN venció el pasado 3 de agosto y no se ha podido prorrogar.
La jefa del equipo negociador del Gobierno, Vera Grabe, señaló hoy que «el ELN ha respondido de manera pública, ha planteado reclamos al Gobierno de incumplimientos que no son ciertos».
«Ha planteado no iniciar operaciones ofensivas hasta el 23 (de agosto) como un ultimátum y a nosotros nos parece que el tono de ultimátum no ayuda mucho», expresó.
Grabe también acusó a la guerrilla de mantener «silencio frente al tema de reuniones» y dijo que ese grupo no ha dado «ningún tipo de respuesta» para tratar de solucionar la crisis.
Sin embargo, valoró que en la guerrilla «hay tonalidades también» a la hora de hablar de paz y que el proceso con el Gobierno «ha movido al ELN».
«Estamos aquí apostando a que reine la sensatez y que prime la voluntad de paz, por eso obviamente es el ELN quien lo define, pero apostamos a que hay voluntad en el ELN», añadió.
En esa línea, el senador Cepeda subrayó que «el propósito de este Gobierno es culminar un proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional».
«Nosotros no vamos a ser quienes demos el paso de romper las negociaciones (…) El ELN, sin lugar a dudas, también tiene que dar los pasos para que eso pueda llegar a un buen puerto», concluyó.
EFE