Visión del pueblo Sarayaku sobre la ‘Selva Viviente’ en Ecuador, objeto de estudio científico

56
Fotografía de archivo de dos indígenas de la comunidad kichwa de Sarayaku, en el corazón de la selva amazónica de Ecuador. EFE/José Jácome

Quito, 22 sep – Medio centenar de científicos de 12 países del mundo se reunieron en el territorio del pueblo indígena Sarayaku, en el corazón de la selva amazónica ecuatoriana, para analizar y conocer sobre ‘Kawsak Sacha’ o ‘Selva viviente’, una poderosa iniciativa para la protección de la naturaleza y contra el cambio climático.

Investigadores, académicos, abogados, periodistas y artistas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Dominica, Ecuador, México, Puerto Rico, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Australia y Nueva Zelanda compartieron por dos semanas los saberes ancestrales del pueblo Sarayaku, especialmente sobre la red de vida en la selva.

Este esfuerzo científico, entre otros análisis, se ha concentrado en entender la intrincada red que tejen pequeños hongos en el subsuelo de ese pueblo amazónico.

Para Carlos Andrés Baquero, director de Investigaciones, Programa Terra, de la facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, el ‘Kawsak Sacha’ del Pueblo Sarayaku podría ser la inciativa «más avanzada» en la idea de que «todos los seres de la Amazonía están interconectados».

Esta visión rebasa el estudio por especie que ha hecho la ciencia occidental, y empieza a entender al entorno como un cuerpo en el que cada elemento se conecta con su vecino más cercano y más lejano.

Según explicó este domingo a EFE Baquero, esta cosmovisión supera la idea de que se debe proteger a una especie o a un parque nacional sin considerar la totalidad de su entorno, pues dijo que hay seres «visibles e invisibles» que «forman en el subsuelo una gran red de vida».

Por eso fue necesario «juntar diferentes disciplinas» científicas en un encuentro en el corazón de la selva, del que surgieron nuevas iniciativas para desarrollar proyectos colectivos y estudios más detallados sobre estas formas más radicales de proteger la biodiversidad y combatir el cambio climático.

Mencionó como ejemplo proyectos de investigación sobre «lenguaje y comunicación de animales» o «la inteligencia de las plantas».

Por eso, para Baquero, un científico de origen colombiano, el pueblo Sarayaku, su declaración de ‘Kawsak sacha’ y la defensa que ha hecho de su territorio, son «un ejemplo para el mundo» y «para otras comunidades indígenas».

«No hay ningún otro pueblo en el mundo que haya avanzado en esta discusión tanto como el Sarayaku», afirmó el catedrático de la Universidad de Nueva York.

Y justamente, el próximo martes, en ‘La semana del clima’ en Nueva York, su Universidad, en el marco del proyecto denominado MOTH, desarrollará un evento con representantes del pueblo Sarayaku para mostrar la forma como se organiza la naturaleza en redes invisibles.

Ese también será un espacio para «reflexionar sobre esta expedición» al territorio de la Amazonía ecuatoriana, que pueda permitir a la comunidad científica orientar sobre aspectos de la conservación y, por ejemplo, avanzar en el mapeo de las redes invisibles, añadió.

También se preparará la presentación a futuro de un par de artículos científicos y un documental sobre la expedición, así como otras acciones «jurídicas y políticas» que permitan «implementar el Kawsak sacha» en el territorio Sarayaku, añadió.

La Corte Constitucional de Ecuador a principios de este año y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) en 2012 fallaron a favor del pueblo Sarayaku en un litigio ambiental que esta comunidad mantenía con el Estado ecuatoriano.

Ese pueblo indígena amazónico aún reclama el pleno cumplimiento del fallo judicial que obliga al Estado a retirar los explosivos colocados por una petrolera privada que pretendía instalarse en el territorio de esa comunidad sin consultar al pueblo Sarayaku.

Incluso Baquero dijo que el Estado ecuatoriano debería poner mucha más atención a la iniciativa de «Selva viviente» del pueblo Sarayaku, ya que le permitiría entender de mejor forma la crisis de sequía que sufre actualmente el país y que, según las autoridades, es la peor época seca de las últimas seis décadas.

Fernando Arroyo León

EFE