Se incrementa el consumo fraudulento de agua en el Valle de Aburrá y podría afectar la seguridad hídrica

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Las pérdidas de agua generan impactos ambientales, económicos y sociales que pueden comprometer en el largo plazo la sostenibilidad
  • Las pérdidas de agua generan impactos ambientales, económicos y sociales que pueden comprometer en el largo plazo la sostenibilidad
  • La Empresa fortalece las diferentes líneas de trabajo para controlar y reducir el Índice de Pérdidas por Usuario Facturado (IPUF)
  • EPM afianza cada vez más las acciones para disminuir las pérdidas de agua, un compromiso de todos para recibir un servicio con calidad y continuidad

Medellín, miércoles 25 de septiembre de 2024 (@EPMestamosahi) | Durante un año, el consumo fraudulento de agua en el Valle de Aburrá y Rionegro (territorios en los que EPM presta el servicio de acueducto), incluyendo el consumo de asentamientos, equivale al suministro completo de un municipio como Bello durante 365 días, alertó este miércoles 25 de septiembre la Empresa.

En los últimos años, el Índice de Pérdidas por Usuario Facturado (IPUF) del sistema de acueducto de EPM se ha incrementado gradualmente, superando en varias oportunidades la referencia que regulatoriamente se establece para los prestadores del servicio.

Al cierre de agosto de 2024, el valor del IPUF para el sistema del Valle de Aburrá y Rionegro fue de 6,89 m3/usuario/mes, con un valor de volumen perdido equivalente a 117 millones de m3 durante el último año, lo que se equipara al 35,18 % de volumen suministrado anualmente al sistema. Este balance anual de pérdidas incluye fraudes y otras pérdidas de agua, que equivalen al volumen de “llenar” 10 veces el embalse de La Fe, en El Retiro.

Santiago Ochoa Posada, vicepresidente de Agua y Saneamiento de EPM, indicó que “en los sectores donde se presenta un consumo fraudulento de agua hay afectación a la prestación del servicio, la disponibilidad del recurso y la infraestructura de acueducto. Y, a largo plazo, impacta la sostenibilidad y la seguridad hídrica del territorio, considerando una mayor demanda de las fuentes naturales”.

Las conexiones no autorizadas a la red de distribución de EPM generan impactos mucho más amplios que los económicos: intervenir la red de manera ilegal aumenta la cantidad de daños y fugas afectando la prestación del servicio por poca presión y un menor caudal disponible para los clientes llegando, incluso, a afectar la continuidad del servicio.

El aumento en las pérdidas va en contra de la eficiencia de EPM, lo que incrementa costos de operación y exige mayores inversiones en infraestructura lo que puede incidir en la tarifa que pagan los usuarios. Y un problema mucho mayor: las pérdidas ejercen un estrés adicional a las fuentes hídricas, pues se hace necesario aumentar la captación en estas para poder cubrir la demanda lo que a largo plazo puede generar insuficiencia hídrica para todo el sistema del área metropolitana del Valle de Aburrá y Rionegro, en el Oriente antioqueño.

Considerando estas implicaciones, desde EPM se afianzan cada vez más las acciones que se realizan con el objetivo de disminuir las pérdidas de agua, soportado en el trabajo de equipos propios y de contratistas. Para reducir las pérdidas técnicas se realiza permanentemente la búsqueda sistemática de fugas, la gestión de presión en toda el área de prestación del servicio, la atención de daños en las redes de transporte y distribución del agua potable, la reposición y extensión de redes y la renovación tecnológica de los medidores.

Por otro lado, buscando la disminución de las pérdidas comerciales, se adelanta un exhaustivo control de fraudes, así como la gestión de instalaciones cortadas por no pago, el fortalecimiento de la oferta de Agua prepago de EPM, la formalización de lavaderos informales y la gestión de asentamientos y territorios con restricciones por los Planes de Ordenamiento Territorial (POT).

Problemática en asentamiento informales
El consumo promedio en las viviendas ubicadas en asentamientos informales del Valle de Aburrá, que obtienen el agua de forma fraudulenta, son de aproximadamente 29 metros cúbicos al mes por cada vivienda; esto significa que son 2,5 veces más altos que el consumo promedio de un cliente residencial dentro del área de prestación del servicio.

Alrededor de 40 mil viviendas de estos sectores informales se surten del sistema de acueducto de EPM de manera fraudulenta, lo que equivale a unas pérdidas de alrededor de 14 millones de metros cúbicos al año.

Contexto
Pérdidas en el sistema de acueducto

Las pérdidas del sistema de acueducto son la diferencia entre el volumen de agua potable suministrado al sistema y el volumen facturado a los clientes, estas se consolidan a partir de la suma de las pérdidas técnicas y las comerciales.

Las pérdidas técnicas están asociadas a fugas por fallas en los conductos de la red, en las conexiones y en los tanques de almacenamiento; también corresponden a subregistro de medición por elementos mecánicos del medidor.

Por su parte, las pérdidas comerciales corresponden principalmente al consumo no autorizado del agua, mediante conexiones fraudulentas sobre la infraestructura de EPM; estas están tipificadas bajo el delito de defraudación de fluidos.