São Paulo, 3 oct – El río Negro, uno de los mayores afluentes del río Amazonas, alcanzó mínimos históricos marcando 12,68 metros este jueves, informó el Servicio Geológico Brasileño (SGB).
De esta forma, la nueva cifra rompe con el mínimo histórico alcanzado a fines de octubre del 2023, cuando el nivel se sitúo en 12,7 metros y se espera que continúe este ritmo descendente debido al clima seco y a la falta de lluvias regulares, situación que eventualmente posicionará el nivel del río por debajo de los 12 metros, según estimaciones del SGB.
El 3 de octubre del año pasado, el Río Negro medía 15,14 metros, lo que representa una caída de 2,45 metros con respecto al nivel registrado este año, informó el Puerto de Manaos.
Es por esto que en el mes de septiembre el Ayuntamiento de Manaos declaró a los casi 1.700 kilómetros de aguas oscuras que conforman este río bajo emergencia por 180 días, luego de que se registre un nivel por debajo de los 16 metros, considerado “nivel mínimo de seguridad”.
Lo mismo ocurre con el río Solimões, cuyas aguas convergen con el Negro, y en septiembre alcanzó el nivel más bajo registrado en una ciudad fronteriza con Colombia.
Por segundo año consecutivo, Brasil sufre la peor sequía desde que comenzaron los registros en 1950, según el Centro Nacional de monitoreo y alertas de desastres naturales, organismo encargado de la vigilancia de catástrofes naturales del país.
Este jueves, en la reunión de ministros de Medio Ambiente del G20, el viceministro, Joao Paulo Capobianco, se refirió a este momento como la “peor situación en 70 años”.
“En términos de reducción de lluvias y de reducción de los niveles de los ríos, estamos viviendo en el país la mayor sequía histórica, la peor situación en 70 años», sentenció el funcionario.
Esta sequía aumenta el riesgo de incendios forestales en la Amazonía brasileña, que en septiembre ya registró cifras preocupantes, con aumentos de casi el 60 % con respecto al mismo período de 2023.
EFE