Cocina internacional: Maribel Lieberman fusiona sabores de cinco países en su nuevo libro

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Fotografía de la hondureña Maribel Lieberman durante una entrevista con EFE en Tegucigalpa (Honduras), en la que presenta su libr de gastronomía con platillos de España, Estados Unidos, Francia, Honduras e Italia. EFE/Germán Reyes

Tegucigalpa, 5 oct – Platillos de España, Estados Unidos, Francia, Honduras e Italia se fusionan en un libro de la hondureña Maribel Lieberman, reconocida por sus chocolates que fabrica en Nueva York.

 «Este libro es un resumen de mi vida profesional con recetas de chocolate y cocina de cinco países, como el mío, Honduras; España, Italia, Francia y Estados Unidos», dijo Lieberman a EFE en una reciente visita a Tegucigalpa.

Lieberman estuvo en la capital hondureña para conocer la labor de un misionero español granadino, más conocido como el ‘Padre Patricio’, quien, desde hace más de 30 años, a través de la educación, le ha cambiado la vida a niños, jóvenes y ancianos hondureños que vivían en la pobreza.

Su libro, ‘MarieBelle Entertains: Savory and sweet recipes for every occasion from the master chocolatier (Recetas saladas y dulces para cada ocasión de la maestra chocolatera)’, editorial Rizzoli, fue presentado recientemente por Lieberman en Nueva York, donde reside desde hace más de dos décadas y es reconocida por sus chocolates que vende en Soho.

Lieberman explicó que su libro, ilustrado con unas 200 fotografías y presentado en una fina caja que pareciera ser de chocolates, recoge recetas tradicionales de los cinco países seleccionados, y que, en el caso de las hondureñas, como las ‘pupusas’ (tortilla de maíz rellena con quesillo u otros ingredientes), les puso sus propios sabores.

«La sopa de capirotadas la hice con maíz, pero también le puse harina de arroz para que quedara más liviana, y queso seco que le da un gran sabor, además de nuestra favorita hierba, el cilantro», agregó.

Entre otras recetas hondureñas, Lieberman incluyó una sopa de caracol, y postres como alborotos y hojuelas, a los que en vez del casero sirope de azúcar, les puso sirope de chocolate.

Paella, ensalada nizarda, albóndigas, tiraditos de pescado y postres con chocolate

Para preparar los platillos de los países incluidos en su libro, Lieberman viajó a Menorca, España; Saint Remy, Francia; Toscana, Italia, y Copán Ruinas y Cayos Cochinos, en el oeste y Caribe de Honduras.

«En España hice la paella tradicional, con mi propia versión, le puse mucho pescado de Menorca, langostinos, calamares, camarones, chile dulce, una pasta de ajo y cilantro, que no se usa en España, y su arroz tradicional», señaló Lieberman.

En Francia preparó varias ensaladas, en especial la nizarda, con tuna, patatas cocidas, aceitunas negras y verdes; cebollas rojas y aceite de oliva, acompañada con pan de coco (hondureño), además de una costilla de res cocinada durante cuatro horas en vino tinto, sin faltar el hinojo, una verdura mediterránea.

«En Italia hice ensaladas tradicionales, también albóndigas de carne con queso; pastas y lo que más me encanta de Italia, el pan focaccia, que lo hice con higos, prosciutto y ciruelas secas. Delicioso, lo servimos con un vino rojo en el área de Toscana», añadió.

En su casa, en Nueva York, entre otros, hizo «un filete de mignon cocinado con tomatitos y la fusión de otros ingredientes latinoamericanos, franceses y estadounidenses». Además, unos «tiraditos de pescado con chiles jalapeños, un pato con salsa de naranja y unas crepas también con sabor a naranja».

El libro de Lieberman, que es natural de la aldea Jutiquile, Olancho, este hondureño, recoge 65 recetas, incluidos postres como una bebida de chocolate que consumían los mayas, trufas de chocolate y toffee de caramelo, entre otros, que llenan de más sabor a su banquete escrito.

Antes de dedicarse a producir chocolates, Lieberman se especializó en comida española, italiana y japonesa, entre otras, lo que marcó el inicio de sus éxitos en Nueva York.

Uno de sus primeros banquetes, para 50 personas, fue para un homenaje al expresidente de Sudáfrica Nelson Mandela, en Naciones Unidas.

Los chocolates de Lieberman se han abierto mercado no solo en EE.UU., sino también en Europa y Asia, lejos de su natal Jutiquile, donde recuerda que, en su escuela, a los ocho años, comenzó a vender sus primeros dulces, unos caramelos de mantequilla y otros conocidos como colmenas.

Germán Reyes

EFE