●Se esperan lluvias moderadas a fuertes para los próximos días, especialmente en horas de la tarde y noche.
●Hasta el momento se han presentado 25 eventos de precipitación en todo el territorio metropolitano, registrando 70 estaciones con niveles de riesgo rojo y naranja en quebradas.
●La Niña tiene un 71 % de probabilidad de desarrollarse entre los meses de noviembre y enero, su impacto en las lluvias de esta segunda temporada no es inmediato.
Medellín, octubre 10 de 2024- La temporada de lluvias, que comenzó en el mes de septiembre, ha mostrado un comportamiento ligeramente por debajo del promedio histórico. En octubre y noviembre se esperan lluvias dentro de los rangos habituales, con precipitaciones significativas. Para el último mes del año existe una leve posibilidad de registros por encima del promedio.
Para Lina Ceballos, Coordinadora de Geociencias de SIATA, “la cantidad de lluvia en el Valle de Aburrá varía según la ubicación geográfica del municipio. En Caldas se acumulan cerca de 2.500 m.m (milímetros) de precipitación anual, mientras que en Bello el promedio es de aproximadamente 1.400 m.m”.
Hasta el momento se han presentado 25 eventos de precipitación, registrando 70 estaciones con niveles de riesgo rojo y naranja en quebradas, destacándose los eventos ocurridos el 1, 3 y 27 de septiembre. Las estaciones con mayores registros de riesgo son Puente La 33 y Prados de Sabaneta.
Entre las recomendaciones, es fundamental que la población permanezca atenta al Sistema de Alertas Tempranas y siga las recomendaciones de los organismos de gestión del riesgo. Estas medidas preventivas pueden marcar la diferencia entre mitigar los efectos adversos o enfrentarse a emergencias de mayor gravedad.
La activación oportuna de alarmas, junto a la colaboración de líderes comunitarios y las autoridades locales, permite tomar acciones rápidas para proteger la vida. Prevenir es clave, y atender las indicaciones sobre evacuaciones, zonas de riesgo y la gestión de caudales hídricos puede reducir el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos. La seguridad depende de la preparación y la respuesta conjunta entre la comunidad y los organismos de atención.
Según los pronósticos de organismos internacionales, el fenómeno de La Niña tiene un 71 % de probabilidad de desarrollarse entre noviembre y enero, su impacto en las lluvias de esta segunda temporada no es inmediato.