«Seguramente nadie lo va a llorar. No nos entristece. Un asesino serial, un criminal de guerra no merece ni una lágrima. Apenas una mención para recordar quién fue y cómo se ocultó, siendo incapaz de asumir sus responsabilidades, huyendo»… Página/12 – Su muerte como metáfora http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-231484-2013-10-18.html